. El aire olía a azúcar y a pan recién hecho. El Sr. Roy Castillo estaba detrás del mostrad
empujando suavemente a Máximo hacia del
incuenta euros arrugado en su puño. Abrió la
Tú
e que pudiera reaccionar, su mano salió disparada por encima d
bofetada fue s
ilillo de sangre empezó a brotar de su labio partid
angre. Luego, un grito ahogado se escapó de mi garganta mi
á loco!" grité, acunan
ignoró, su rostro e
llado, pequeño lad