Una luz potente barrió el claro, y la aeronave, un modelo ejecutivo elegante y compac
jó y se acercó a mí. "Señorita Sofía, su abuelo est
pelo canoso peinado hacia atrás. Llevaba un abrigo caro que la lluvia apena
lla muestra de poder y riqueza. Mateo y Valeria parecí
bien". Luego miró al resto del grupo con una ex
ncé la siguiente
e que pude fingir. "El helicóptero es más pequeño de lo
to, señorita. Con el señor a bordo, so
demás de mí. Hacía falta d
nuevo, esta vez con un
"Yo cubriré los gastos para que os quedéis en el parador del pueblo y os llevaré ma
y Valeria, mi voz adquirie
agar un asiento extra para vosotros dos. Tendréis q
prueba definitiva. La
stante, vi la duda en los ojos de Mat
dedo, su voz chillon
ga el examen, no va a sacar nota para nada. ¡Y
ida, tan brutal, que de
go, a una furia ciega. El chico por el que había sacrificado su futuro, su "pura" e "
s dicho?",
ritó ella. "¡Siempre lo has sido!
la contra el barro. Empezaron a pelear como animales, revolcándose en el lodo, arran
calma glacial. Mi plan f