a un yunque. El sudor frío me recorría la espalda.
e ellos. ¿Quiénes eran? ¿Quién era Víctor? ¿Quién era Máximo? En mi vida pasada, sus caras se
algún lugar de esta mul
La gente está esperan
temblaban tanto que las tazas tintineaban como campanas de alarma. Tenía que
jóvenes que encajaban vagamente en el recuerdo que tenía. Uno parecía nervio
plan era para t
del local, donde el pasillo era más es
ado!",
to deliberado y e
... todo se estrelló contra el suelo en una explosión de ruido y caos. El l
instantáneo y pesado. Todos
cia mí, con la ca
demonios te pas
entando sonar torpe y arrepenti
, gritaba, señalando el caos de porcelana rota y café derramado. "¡
menso alivio. Despedido. Estaba fuera. Lejos del veneno, lejos de la
je, manteniendo
o a mi compañera, Lina Hewitt. Era la pastelera, una madre soltera que trab
, ¿estás
le dije, con una urgencia e
do de Bogotá como si fuera el más puro de los Al
recorriendo mis venas. Por la tarde, mi
ola
contacto de emergencia en la cafetería 'El Tinte de la Séptim
mago se
asado? ¿Es
ado del teléfono
entina. Los médicos no entienden qué l
cayó al asfalto. El alivio que había se
evitado l
bía pasado a