uelo de mi vida. Nuestra panadería, el legado de mis padr
ido todo en una partida de truco contra Ricardo, "El Gallo". Veinte mil
ra esperanza. El futuro, que antes olía a pan caliente, ahora apestaba
otros!", decía. Sentí un frío antiguo, no del suelo, sino de
ma gélida que asustó a mi hermano más que un grito. "Llévame con Ricardo", le