s Scot
erior a la
enadas a mi costado. Me Intento levantar y suspiro, hoy ha sido un día duro y siento el dolor en todos mis huesos, pero sigo adelante. Tomo mi b
repetir la misma histor
s por
! Esto se aca
amo, nos amamos, sé que todo es
ay cambios y, gracias a que se me ocurrió la estupidez
ora desconsolada, pero debo hacerlo, ella
Eres tonta o no entiendes? Lo nuestro fue un error y del que ahora estoy pagando con creces y lo siento, pero me di cuenta de que verdaderamente
su mirada a cambiado, sé que es ella, pues levanta
ho menos algo más que tu hermana, pues lo que acabas de hacer ha matado cualquier pequeño atisbo de cariño que pudiera sentir por ti. Eres un bruto, podrías haberme pedido tiempo e
atan lentamente. Luego se acerca a mí y besa mi frente, sus lágrimas caen por mi cara y siento que voy
, herm
r la espalda y me traen de vuelta a
s comenzaba mi carrera, ella era todo lo que en algún momento quiso papá de mí, estudió en Harvard y se graduó con honores
endiz y así terminó conquistando
i Alma y ella lo sabe. Nunca le he mentido sobre lo que siento por Ella. Y espero que jamáo sepa no tengo que rendirle
uchero que no convence a nadie- ¿por qué er
é cómo sacó el título de abogado. En fin, aquí la tengo pegada como lapa a mi espalda, pues ni me he movido de dónde estoy viendo la ciudad
la imagen de esa enana diciéndome Baboso, así que
vuelvas a
o y quiero que lo nuestro funcione; a propósito, y
ya había informado a mi madre y a sus padres que nos comprometeríamos, pero lo hecho, hecho estaba y ya no daría vuelta atrás. Ella jamás me va a perdonar, por lo que he decido dejar de ator
ue he visto en los portales de noticias ya me superó
un nosotros y con eso me ment
ece. ¿A
adecido. Mi bella Blue es mi único bastión ahora en la inmundicia de vida que me creé, no sé ¿qué hice en otra vida para merecerla como madre?, pero sin Blue no habría salido adelante después d
o a Natalie moverse en mi sala y a hablar del compromiso y los preparativos. Ya no la tomo en cuenta, sigo pens
ación a tu hermana en los Ángeles. -Escucho sa
rre, no me importa. La escucho a penas murmurar, veo todo rojo «No ella no, por favor, que ella no venga» me dictan los pocos atisbos de conciencia que me quedan, pero vuelvo a recordar esos ojos ambarinos y lo que le hice y cai
r-vuelve a carraspear y me responde lanzando todo su veneno-Y
erecho a interrumpir su vida con este compromiso de cartón! -bramo furi
ortaras no te ha
mirarle, tiene las marcas de mis manos en su cuello y siento lástima por ella, como la siento por mí ahora que mi enan
metal se abre, me adentro en él y marco el subterráneo. No llamaré a Jack, me mata si sabe que he hecho esto y sobre todo, si sabe dónde iré. Saco el comando d