aer la tarde me duelen las piernas y el bolso pesa como si estuviera lleno de ladrillos. Pero no importa, necesito este puesto, y volver a vivi
de partida para que los estudiantes adquieran buena experiencia. Pero espero no tener que demostrar la veracidad de esas palab
anzas de que me aceptaran. Con mi experiencia mínima no suelen contratar, y menos aún a
me daban ganas de reír. De verdad, no entendí
, al fin, levantó la mirada con total desinterés, como si yo fuera
dijo con voz impasible, señalando apenas la puert
as entrevistas anteriores me bombardearon a preguntas y espero que esta
ntía que así sería. ¿Quién iba a ser el idiota que, volun
mayor calma posible al ver a As
irada tan serena y penetrante que, involuntariamente, me pregunto si no me he puesto l
oderación. - Creo que podemos ir
a el bolso. Bajo su mirada me siento como si estuviera r
cliente - pregunta, aflojándose apenas la corbata, c
as consultas iniciales, respondía preguntas y asesoraba sobre los productos de la empresa. A veces ay
o? - precisa, mirándome como evalu
ón con empatía y explicas todo con calma, el cliente se relaja. Una vez tuvimos un cliente insatisfecho por un malentendido en u
e estudia Psicología - añade,
ntando mantener la compostura. - Cuando sabes reconocer lo que siente alguien,
lo que lleva dentro la otra persona? - se r
s clientes vienen cargados de preocupaciones y hay que saber dete
geramente los ojos, y parece
respuestas le convencen, pero sé que aún no puedo relajarme. Siento un nudo de tensión y me
por un momento dudo si no será por
ensación de que el cuello me aprieta y me falta el aire. Me esfuerzo por no mostra
posible jefe cambió y me m
Desabroch
le pasaba de pronto? Y
nrisa tímida, tratando de disimular el nerviosismo. Me g
para no cruzarme con sus ojos. En serio: si no encajo, ¿por qué no lo dice ya y pu
, vestido, peinado - me soltó con media sonr
ien sea natural con ellos? - respondió, sin q
ensativa. Se inclinó un poco hacia adelante, con los brazos cruzados, como
decidiendo qué decir a continuación. Alzó una ceja
e con la mirada. - Imagina que eres especialista en ventas. Delan
ar qué quería ver. Como si él mismo no hubiera dicho que apenas disponía de tie
gunta y no en la sensación de que aquel juego ocultaba algo más que u
es a explicarlo: intenta adoptar el papel de mujer seductora. Haz que sienta que no puedo
el o si en sus palabras hay algo más. Me sorprendo pensando que quizá no
sta? - trato de llevar su juego a un plano
s los clientes desean algo... más. Deben sentir que estás totalmente volcada en ellos, que comprendes sus necesidades
osigue, como lan
tenta seducir al cliente. Haz que sienta q
n doble sentido, y ya no estoy segura de
do a un proceso de selección convencional. ¿Será acaso una tendencia moderna? ¿O de verdad... me está poni
uinal. Me sonrojo. ¿Qué demonios está pasando aquí? ¡Este hombre parece co
. - trato de bromear, aunque m
ente - responde con calma, y su mir