numbra, buscando pala
Ruiz
trar a clases –me grita Rebeca, mi am
ntras arreglo mi camisa y c
fe de Biología, no le gusta que
lolas al aire –le respondo riendo
io? –me pregunta c
go! Ese chico e
al que ninguna puede resistirse. Bueno, excepto yo. Que cada vez que lo beso, siento
ordar cosas de ha
colegio, luego que mamá murió. No sabía que hacer sin ella a mi lado. Mas, le
legio público y tenía comedor para los estudiantes de bajo nivel económico o sea para los pobres. A pe
ide apenas escasos 1,50 cm y yo 1,70 cm. Lo bueno, era que ambas éramos delgadas a esa edad. Ella por
ina, estaba cerrando la puerta, cuando coloqué
dije y coloqué mi segunda
óxima vez las
é mi libreta y mi
el sistema educativo, prefiere ruborizarse antes de tratar asuntos
, tampoco el ¡oh! de algunas chicas nerds del grup
as. Mi primer encuentro sexual, no tenía nada bueno para ser recordad
s tocarnos las chicas, sentía palpitaciones vaginales y unas cosquillas que me hacían
ofe parecía tan relajada. ¿Ella no sentía lo mismo que nosotras? Rebeca me miraba
salón. Los chicos salieron directo al
tar las cosas de la profe. Emilio se acercó hasta donde estábamos y mi am
el 5to año me mir
esta noche? –me pr
gunté entusiasmada aún p
de clase, en la pla
Allí n
bebidas. Ella me entregó la mía y se sentó a mi la
é te
na cita e
una pijamada en tu casa esta no
ro. ¿Te pare
diré a mi padr
erías, sabes que
yo me enca
te me duermo en su aburrida clase. Estoy ansiosa por salir de allí, veo mi reloj cada cinco minutos. Cuando e
e miró y le hice un guiño. Ella ya sabía a dónde
ra que luego me cuente
portablemente creidos. Pasé a su lado y Emilio me guiñó un ojo. Me puse nerviosa y caminé aún más r
ban y venían, recordé los atardeceres junto a mi madre. Estaba algo nostálgica cuando sentí una mano
ente. Ambos sabíamos lo que deseábamos y por qué estábamos allí. Ent
ieles y toda prominencia y/o cavidades. Cuando sentí que él levantó mi falda y su mano se internó entre mi pantie, sentí un terror instantáneo. Traté
nte po
rprendido, pe
e haces ponerme hot y luego me dejas así? No sé si sa
me pasa. Yo también te
con calma,
lo, mi piel se eriza, mis músculos se contraen y mi vagina palpita con mayor vehemencia. Sus labios humedecen mi pecho y se det
e provoca cosquillas sentir sus labios. Lo tomo por la cabeza e intento dirigirlo hacia donde mi cuerpo reclama sus caricias ling
clitoris, comienzo a gemir, a entender la clase de hoy de f
n mayores y más frecuentes. Sujeto su cabeza para intensificar el ro
éte
me enloquecen. Él suda y jadea. Estamos en plena acción. Gritamos a todo pulmón, seguros de que nadie
tás apl
chorreando mis piernas. Como un flash vuelve a mí, aquella image
arrep
ado. Él se acerca y me besa. Yo enjugo mis lágrima
no hacia donde está él. Él extiende sus brazos y recuerdo a mi madre, me siento en el borde del mu
abrá alguien allí
, tristement