a la altura y poder cuidar bien de ella. Anoche, por un momento, mi corazón casi s
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lluvia solo empeora, está haciendo mucho frío. Lee
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ducha. Momentos después, ella se duchó y me llamó. Había un problema: yo tenía que c
mposible no notar cada curva de su cuerpo. Después, la llevé hasta su habitación y la dejé en la cama. Con voz temblorosa, me pidió que buscara su ropa. Mis manos temblaban mientras elegía su ropa interior y su
s de ella se detuvo. En ese momento, escuché que mamá me llamaba. Giré y abrí la puerta de su habitación