nrisa forzada. Mientras me siento a la mesa con Nancy en mi regazo, rezo para qu
. Maldita sea, todavía estoy en bata y ya son las siete, hora de que
largo y rubio, mejillas coloradas y ojos azules claros. Lleva una chaqueta vaquera de aspecto boh
e quedo boquiabierto. Es la
der ocultar mi sorpresa. Ella levanta una ceja
ausada, entrando sin que nadie la haya invitado-. S
s mi frustración aumenta-. ¿C
e ella, sonriendo maliciosamente y
satarla sobre ella, Nancy aparece entre
ento mi ira. Melanie se agacha hasta quedar a la altur
con voz repentinamente
to los puños, pero me obligo a respirar profundamente
chaqueta vaquera de Melanie ; sus grandes ojos marrones están abiertos de
ando un pin particularmente vib
re dientes y le lanzo una mirada fulminan
sarcasmo, con los ojos brillantes y desafiantes. Por
no de Melanie .
a Nancy mientras la lleva h
dilatan cuando su aroma llena el aire: una mezc
la nueva niñera. Pero como Nancy parece algo incómoda con todas
Melanie , te presento a Ana , mi chef. Ella también es la reina de la c
. Las niñeras anteriores se han quedado rígidas como ladrillos cuando les he hablado, listas para segu
na . ̶ ¿Qué te parece si me uno a desayuna
nie le sonríe a Ana y yo pongo los ojos en blanco. Es ev
ente-. Me voy a vestir y luego l
ie , apenas levantan
raje azul oscuro a medida y una camisa blanca. Ten
e y Nancy están comiendo panqueques muy
en cuestión de segundos aparecen los dos
donde necesiten ir. Y ella es Gilda , mi jefa de seguridad. No puedes salir de esta casa
ra el mayor importador de café de especialidad de Estados Unidos. Es más, he invertido mis ganancias de forma inteligente, muy inteligente. Algunos dirían que he tenido una suerte ridícula, y supongo que así ha sido. Ahora soy multimillonaria. Y eso es lo que me irri
después de un mom
, tienes que repasar tu agenda con Ana . Aseg
Nancy . Ella me besa la mejil
ina. Me resulta difícil. Odio dejar a Nancy con