mañanas, saboreando su clasico cafe americano lleno de agua. Cualquiera dir
n lo diria Carmine, si que haz vivido hasta aqui, y aun lo que vendra! Ya, el cafe no
o a la realidad, de nuevo
n siquiera darse cuenta que
o de fastidio por aquel hombre por el cual habia dejado todo, ese mi
a como si nada -Seria demasiado doloroso reconocer que ya no me ama- pensaba, y as