go, salió detrás de Mark, intentando explicar lo que realmente había sucedido. Pero al acercars
impactó, sintió un dolor punzante en su vientre. Gritó, su voz desgarrándose mientras la angustia la invadía
ero en ese momento, Lauren se hizo la desmayada, dejando caer su cuerpo sobre el s
su atención hacia ella y levantán
ultiplicaban en su pecho. Era incapaz de creer que, en medio de
s demás, su tono lleno de preocupación, p
oficina, alarmada por el caos que se había desatado
ose a su lado. Luego, con rapidez, sacó su
intió que la angustia y la adrenalina se mezclaban. Aunque el ruido
apenas audible, sintiendo que la
mano, mirándola con pr
camino, Jud. Mantente
nalmente se dio cuenta de que Jud necesitaba atención urgent
llena de preocupación genuina-. Lo si
orazón. La confusión llenaba su mente. ¿Era este el hombre que ha
puedo... -dijo,
la sintió que lo hacía con delicadeza, como si la rompiera. En es
encontrar el camino el uno hacia el otro, o si todo lo que habían construido estaba a punto d
s alrededor la desorientaban. La angustia aún la invadía, y el dolor en su vientre
-preguntó el médico, i
ndo articular sus pensamientos. Finalmente,
favor, no le digas a M
ió que el tiempo se detenía. Había algo liberador en su pedido, como si al hablarlo,
que haremos lo que sea necesario -dijo
oco, sintió que su cuerpo se rendía. El silencio se convirtió en un eco lejano mientra
eocupaciones y la traición se desvanecían. Pero en el fondo de su ser, un único pensamiento se mantenía firme: su bebé. Con e