se sentía vacía y fría, y un nudo de preocupación se formó en su estómago. Mi
bía dejado una nota o un mensaje. Con el corazón acelerado, se levantó y decidió buscarlo, aferrándose a l
la esperaba. Era un día nublado, pero ella tenía la determinación de que, al menos en el t
compañeros de trabajo. Jud sintió como si el aire se le escapara de los pulmones. ¿Qué hacía ella aqu
la vio y le sonrió, una sonrisa que, aunque parecía a
! -exclamó Lauren, levantá
, sintiendo que el mundo se
Jud, la voz un poco más agud
jo Lauren, sin perder su tono risueño. Era co
abia y la confusión
hacía más densa. Con un esfuerzo, decidi
cer -dijo Jud, tratando de sonar ind
isa que no alcanzaba sus ojos-. Yo me quedaré aq
n parecía inofensiva, pero para Jud, simbolizaba algo más. La imagen de ellos comp
Jud, manteniendo la voz neutra a pesar
mos -replicó Lauren, sin per
concentrarse en el trabajo. La imagen de Lauren, sentada ahí con Mark, le daba vueltas en la cabez
las distracciones eran constantes. El sonido de las risas de Lauren y Mark llegaba has
jar que Lauren se interpusiera entre ella y Mark. Tenía que hablar con él
ue llevaba en su vientre, una vida que aún no había revelado a Mark. Era un secreto que la llenaba de alegría
tan cerca de Lauren, riendo y compartiendo momentos, sin tener ni idea de que ella estaba llevando a su
ia, con Mark a su lado, pero la realidad era que, al parecer, él estaba más interesado en revivir su
ortado la llevaba a una decisión: no había vuelta atrás. Firmaría los papeles de divorcio. Era lo mejor para ella y, en última
, sino también por la de su hijo. Si Mark decidía estar con Lauren, debía aceptarlo. Su vida seguir
a hora de tomar el control de su vida, de dejar atrás lo que no le servía y abrazar lo que estab