ados. En un callejón oscuro, Alessandro Moretti caminaba con paso firme, su traje impecable resaltando su figura imponente y
rante inundó la habitación, revelando una mesa de madera tallada rodeada de hombres de aspecto rudo y miradas desconf
territorio? -dijo Ekaterina con voz fría, su mirada f
cia dominando la habitación a pesar de la el
n tono cortés, pero con un brillo de desafío en sus ojos. -La familia Moretti siempre está
labios pintados de rojo vivo cu
tras filas, Alessandro. Sabes bien que mi poder en el Este de Europa es inqu
gancia felina, su presencia casi hipnot
podríamos ser aliados formidables en este mundo de caos y violencia -dij
ella. Sabía que Alessandro Moretti era un enemigo formidable, pero su atracción po
i lealtad es a prueba de balas -dijo Ekaterina con voz baja, pero
del mundo criminal se desdibujaban y los límites entre enemigos y amantes se volvían difusos. Sus palabras eran como cuchillos afilados
sandro se inclinó ligeramente hacia Ekaterina, su mirada f
er qué depara el destino para nosotros -dijo Alessandro en tono casi cons