. Su madre solía decir: "No te pierdas en la fantasía; puede v
a verde. La vista le recordó a Asterous el pudín de limón que solía hacer su madre, aunque esa sustancia estaba lejos de ser apetitosa. Se se
–exclamó una voz dul
y paciente. –¡Sabía que no habías muerto! El niño se arrojó en un fuerte abrazo lleno de alivio, pero pronto notó algo extraño: el olor que de ella emanab
sintió una punzada de duda,
volvió a extender la mano,
a calma. –Tuviste suerte. No todo el mundo puede so
o, pero la reconfortante presenci
Amorfos voló hacia su regazo, exudando un ol
edió, intentando alejar
tono dulce –¿cómo pretendes llevar a cabo nuestra ta
omo un meteoro, destruyendo los otros tronos más pequeños en el cír
laramente el dolor. –ENTONCES, ¿QUÉ TAL SI VAS A LUCH
cla de fascinación y miedo. Lujuria in
ia se dirigió a Asterous, not
lla y le preguntó
es son
tratando de parecer amigable. –Sé que tienes preguntas, pequeñ
jer, que humeaba nubes tan espesa
de un momento incómodo b
alizado, ahora parecían más enojados, lo cual era fácil de notar, ya que Ira les h
te. De su espalda emergieron alas de bronce que brillaban como las espadas de los g
veía preocupada, pero su her
n. Lleva al m
e regresarás
erous fue envuelto por una nube rosa de dulce olor que lo
er llamada Lu
ia es muy