mi
r y poner en mi mesa, el café que le pedí-, su sobrina ha venid
r a Karina -exclamó molesto, "au
por su diligencia y es la única en todo el edificio que no es una buscona y
rada a él, de la cintura. Al darse cuenta de mi presencia se levantan asustados. No sé en qué momento y sin medir las consecuencias y sin pensarlo ni meditarlo, le dejé ir mi puño a la cara de José. Un segundo después, me doy cuenta que no debí a
xclama, mientras se
ima te mato -
res -me dice Karin
a José. Salgo con Karina de la mano y "esta niñ
a niña, aunque debe entender que ella, por más edad que tenga, nunca dejará de ser mi princesa y no asimiló verla en esas circunstancias; si t
nque me niego a que sea igual, lo mío es diferente, lo mío es con Nairobi, no con
lla y ella frente a mi. Es una sinvergüenza, después de cómo la miré y todavía me reprende;
si ella quiere ser tocada? ¿Acaso no debo respetar porque al final son dos adultos? ¡no, pues no respeto! Que Karina busque a
a mi hermana para que la castigue. Que la dej
i sobrina cruza sus brazos enojada a
al otro lado de la línea-.
staba él sentado y ella a horcaja
ngo la mano en la frente, frustrado, si bien es verdad que mi amigo
de edad y es una mal
ana hablaré con ella -termino la llamada
stás aquí?
y mi rostro sigue neutro, pero ella me conoce y sabe que sus bromas no me agradan-. ¡Ya, bueno! Ando buscando un Daddy para mi amiga, ya me d
que me gusta su amiga; sé perfectamente que esto fue planificado y fríamente calculado para que yo decidiera y esta bien, l
me haré cargo de eso, pero no quiero verte nunca más con José -cruza sus brazos y hace pucheros-
me besa la mejilla-. Me voy, le iré a decir a Nairobi que s
rre tocar a mi sobrina?" Está bien que haga sus cosas pero lejos de mi niña. Aún
r; reviso mi tableta y veo que Cynthia me ha enviado la agenda de la semana que entra. ¡Demoni
eñala la mejilla con el dedo índice y verle el rostro así, me dan ganas de reír, creo que el enojo se me ha ido al ver que le di duro, en mi defens
a, no más, suspira-. Sirve dos tragos, eso te ayudará con el dolor -él obe
o el tiempo sonriendo y Nairobi podría ver lo que siento por ella per
i, yo seré su padrino -informó,
bella Nairobi y he de admitir que es hermosa y buena, me encanta lo que veo, me gust
, lo único malo es que me deja
o veo y él alza las manos en un gesto d
tiene tu hija mayor? -le pregunto
responde de m
ad tiene
ntic
ntos tienes
entic
se que le he dado justamente en la herida pero es para que aprenda, no es que me quiera defender y limpiar la
que entender así como yo acepto, que soy viejo para Nairobi; podría estar enamorado, pero debo aceptar la realidad. ¿Qué pasaría si formalizó con ella? Cuando ella
starás tirando a Nairobi, cuando eso pase seré yo el primero en criticar -sale
hija, ella es algo sagrado para él pero no mira, que su hija, tiene la edad de Nairobi y Karina y así como es sagrada su hija para él, Karina es sagrada para mi. Estoy seguro que si él me hubiera encontra
ir
por enésima vez a Karina
sta, te encanta -ex
me convence -confieso, porque es que por más amargada que sea una persona, siempre se
as, pero según entiendo, sufre de algunas enfermedades, hasta estéril es; yo creo que literalmente, ni siquiera
regunte, porque tal parece, ella tampoco está muy informada de ese asunto y no es como que la mire cómoda contando cosas privadas d
edará a dormir conmigo como tantas veces lo ha he
e su tío, ya que fue muy visible que no disfruta del todo hablar de los problemas de su tío y la comprendo a más no poder. Ahora mi dilema es que, me gusta mucho
-halaga Kar
esa donde trabaja el tío de Karina. Me esmere en verme formal, así que me puse un vaquero, una blusa de chifon y un saco, mi
retaria. ¡guau, demasiado hermosa!, para este punto, ya siento que jamás podré conquistar a Cami
mujer con una sonrisa clásica de amabilidad
tengo una cita con el
un cirujano a domicilio y c
a! -me señal
e, no declara pero que realmente las sentimos y nos pasa a todas: "por más seguras de si mismas y por más que nos autogustemos, siempre habrán día
a puerta antes de que tocara, espero que la secretaria no haya n
ienso; el me mira pero no dice nada, no más me hace de señas que me siente y se lo agradezco, porque debo admitir que usar tacones es lo más bello, me siento poderosa en tacones; siento que me
Ca
-lo veo servir dos tazas de café; en una parte de un mueble que está al lado de su escr
ndo-, te pagaré la Universidad y todos tus
¿podemos empezar ya? -él me mira incrédulo, se
ciencia y yo misma en este momento no me aguanto la risa y por supuesto, jamás me sentí capaz de hacer o decir algo si, ni en br
angelito estaba un demonio met
r lo normal es que los hombres, al menos en su mayoría, son aprovechados, se aprovechan de cada calentura de l
cerco de manera seductora, hasta su silla, rozó sus labios con los míos y puedo sentir su respir
es quedar sin ayuda por darme
, se levanta, agarra mis manos; me pega a la pared y quedo entre él y el concreto, qu
e seduzcas y que me trabajes -me dice sin desp