mpre optimista, de aquel joven con semblante de ángel y corazón de caballero; ya no quedaba mucho. Habían pasado seis meses desde aquel oscuro día en
te de mirada sombría; de sonrisa pálida y de una per
uperar la misma movilidad que un día tuvo su pierna , a pesar de estar muy bien atendido por los mejores médicos y terapeutas físicos, Roberto cada día se sentía más y más limitado
padres de Roberto lo habían intentado todo, habían invertido casi todos sus recursos en la recuperación de Roberto, conservando en su corazón la esperanza de un día poder ver a Roberto danzar de nuevo en los grandes escenarios de Amé
as con quimioterapia, personas que lisiadas entre otros. Roberto siempre se negaba asistir, aunque sus padres y los médicos insistieron por meses, Roberto solo quería permanecer
desayuno previamente preparado por las cocineras del hospital, al tomar la bandeja
l corazón frio y solitario; y le daría un motivo para seguir adelante. Roberto paso días enteros tratando de averiguar quién le habría mandado esa nota, visito el área de administración de la clínica buscando una respuesta, visito el área de enfermería y muchos consult
ció Julia una señora de unos 40 años que se encargaba de ordenar los platos de los pacientes, al ver al joven en muletas parado junto a ell
ayudarte
Roberto r
a persona que escribi
sa y ojos brillante
n que deseara leerla y recuperar
e su pasado, Julia sorprendida por el llanto y el cálido abrazo de un joven desconocido para ella no tardo en mostrar empatía hacia él, y en prestarle un par de oídos amables para escuchar la historia de aquel joven
n, al escuchar sus historias de vida el corazón de Roberto comenzaba a sentirse menos solitario y con el paso de los días, como una gota de agua en una dura p
oz y el buen ánimo que había recobrado se sentían muy inspirados por su actitud y no tardaron en organizar un viaje a Londres para ir a visitar a su entrañable amigo
más que decidida a mirar una vez más la cara de aquel caballero con el que un día soñó compartir una vida, y que a pesar de las distancias y muchas vueltas dolorosas del destino no había dejado de ocupar un lugar muy especial en su corazón , sin