jamas vencida

porque me provocaba ser yo la mujer a la que Gio le hiciera sus cosas, no había beso aún, cuando el comenzó a tener sexo yo lo supe pero todavía no vamos a llegar hasta ahí.

Justo cuando Gio se acostumbraba a darme besos a la fuerzas que eran los besos compuestos que el me decia, por cierto a mi me empezaban a gustar este tipo de juegos de el, paso lo inesperado, llego a casa de su vecina una mujer muy apuesta, quizás no era las más hermosa mujer pero me robo el corazón de Gio en menos de lo que canta un gallo, su atención se desvío y aún no era mi novio, solo era un juego que teníamos pero yo en ese momento no me decidía a ir más allá, primero que me avergonzaba su edad, para el tiempo eso tenia mucha influencia y aparte de eso era el hermano de mi mejor amiga tenia doble vergüenza, que iba a pensar mi amiga.

Todo se derrumbó dentro de mi, como una torre de amor que estaba creciendo cuando Gio con toda la confianza que teníamos me comentó sobre el amor que sentía por Isabel,

-Renata creo que me he enamorado y solo, ne aseguro Gio.

Viendo a su vecina, creo que fue la primera vez que me llene de tanto celos que empezaba a darme cuenta que este hombre me estaba enamorando de una forma que muy pocas personas lo hacen, con las palabras, con actos, con aventuras que no eran conmigo, pero me estaba enamorando de una persona real, porque yo sabía y conocía todo de él, porque todo me lo contaba, yo era su mejor amiga.

-¿Que hablas Gio, estas bromeando?

Me puse incrédula para que no lo notará pero conseguí una afirmación más segura.

-De verdad me gusta esa mujer, ya conseguí su número y pude decirle unas cosas.

Mi cara cambió rotundamente pero serena al responder, el se volvió mi amigo y así era esto con él, me contaba todo referente a lo que le pasaba y yo solo escuchaba.

-¿What's? En inglés para que viera lo sorprendida que estaba.

- ¿Te volviste loco? ¿que le dijiste o que te dijo? Que loco eres. Sonriendo pero muriéndome por dentro de que yo desearia que esas cosas le pasaran pero conmigo pero es que la oportunidad que el me pidió por tiempo yo no se la daba por el que dirán, porque de otra forma nada me detenía solo la vergüenza de ser la amiga de la hermana y su edad.

Con el aprendi que la gente crece y así fue con Gio, pasaba días sin verlo y este hombre como que cada vez se ponía más guapo, cambió su peinado, su forma de vestir, se metió al gimnasio y se volvió todo un bombón, ahora lo veía más inalcanzable, se le subió el Ego al cielo pero siempre tan humilde, cuando digo que se le subió el Ego es porque el sabia que estaba super bello o por lo menos yo lo veía así, ¡BELLISIMO! realmente yo y muchas más porque hasta mis amigas decían que era lindo pero muy pequeño de mente, aun tenía cosas infantiles en él, creo que eso para mi lo hacías más tierno.

Él y su hermano eran la sensación de la cuadra o de una gran parte de el lugar cuando uno no tenia la atención de una mujer seguramente la tenía el otro, pero para mi solo era Gio, desde que supe que me había enamorado de él, mis ojos no se volvieron a fijar nunca más en otro hombre que no fuera él, yo sentía que el lo tenía todo.

Ahora yo era la enamorada que no se atrevía a decirle que estaba enamorada por no confundirlo con todo lo que me contaba y con miedo de salir rechazada, yo tuve mi oportunidad y no la aproveche y aun estaba a tiempo de intentar una relación con Gio pero aun así no daba ese paso, sentía que algo me lo impedía, era la etapa más rosa de el y obvio la mía

Él aun no había tenido relaciones sexual es por lo que ahora después de tanto pienso que hubiese sido perfecto pero para el entonces aun era muy pronto para mi.

Días después, de camino a casa de mi amiga con intención de ver a su hermano me llevo otra sorpresa, ya estaba sentado al lado de su vecina nueva quien había llegado de viaje, muy instalado y yo solo logré saludar y preguntar por su hermana para seguir hasta su casa.

-Hola Gio, ¿tu hermana esta en tu casa? No me quedo de otra que disimular.

-Si, estaba ahí cuando salí.

Sentía mi corazón arrugado de que una recién aparecida estuviera al lado de quien yo quería como mi hombre y peor aún, quien me robo toda su atención, porque de no ser por ella, en otro caso el estaría dispuesto a caminar conmigo hasta su casa solo porque yo estaba llegando, justo ahí me di cuenta que ya había un cambio.

Estaba perdiendo el amor de Gio más no el cariño de un amigo, todo lo que aconteciera entre ellos yo lo iba a saber, aunque me dolía saber que quien se estaba convirtiendo en mi persona favorita estaba empezando a ver felicidad en otra mujer y no solo eso, también tenia deseos sexual es con ella pero no seria tan fácil, ella no entraba a la casa de Gio, algo bien raro a pesar de ser una mujer con experiencia, era una mujer inteligente y es porque ya había convivido con un hombre siendo menor de edad, tenía dieciséis años en ese entonces y al conocer a Gio en unas vaciones que vino a pasar, se dio la oportunidad aun teniendo pareja, por lo que no entendía como podía sentir miles de cosas por Gio y hacer todo lo que hacían y no llegar al coito.

Ella solo jugaba o de verdad le gustaba pero no se iba a dar para tener relaciones y así pasaron mucho tiempo, siendo una relación de besos, abrazos y calentamiento, entre ellos nunca pasó nada suxual porque ella nunca fue a su casa y Gio no tenía la mente sucia aún, era un muchacho con buenos principios, educado, estudioso, cariñoso y sobre todo enamoradizo por lo que yo decidí separar mi mente y mi corazón de todo lo que tuviera que ver con Gio porque yo me había enamorado de un ser tan bello pero que ahora no estaba viéndome a mi, y que yo solo me hacia la idea de que en algún momento el se fijara de nuevo en mi , pero yo sabia que yo misma lo había alejado en la forma sentimental y se lo tomó muy en serio por lo que yo solo me quedé siendo la mejor amiga, la enamorada sola, la que empezaba a gustarle este hombre que se había vuelto todo un galán pero eso era cuando se arreglaba, me gustaba de todas formas pero parecía un muñeco cuando llegaba el viernes o sábado y se arreglaba para salir, a cualquier mujer se lo podía ir los ojos con él, no es que era el más bello pero su sonrisa y su carisma podían llamar la atención con facilidad , aparte de eso podía bailar muy bien y adaptarse a cualquier ambiente con facilidad en cambio yo me sentía frustrada, queriendo hacer de todo y creo que era lo que me detenía, que ya me empezaba a adaptar a como era él y al verlo feliz y divirtiéndose aunque no fuera conmigo, su conquista era algo pasajero, ella se volvería a ir porque solo vino por unas vaciones así que no me preocupaba mucho pero con lo que no contaba es que Gio quedo con el gusto de tener una relación más abierta quizás donde hasta hubiese sexo porque se que con ella no hubo intimidad pero si demasiada adrenalina, mucho fogueo, recuerdo a Gio hablando conmigo.