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Madeline es una joven apasionada con muchas ganas de tener éxito en la vida, cumpliendo recientemente la mayoría de edad sueña con volverse ama del mundo. Solo que al toparse con el difícil mercado laboral siente que nunca podrá llegar a nada, obsesionada con un programa de podcast que escucha todos los días, casi enloquece cuando estos dijeron que buscaban personal, cree que esta será finalmente su oportunidad de lograr sus objetivos, lo que no sabe es que Ronald Dorante, el hombre de cincuenta y dos años que pensaba era un anciano, resultara ser un hermoso varón que la dejara prendada con su forma de ser, anhelando vivir con él su romance de fantasía, mismo al que el sujeto se niega, por lo que dirán los demás ¿Ganara el amor o triunfaran las apariencias? Descúbrelo sintonizando las señales del amor.
(...) Casa de Madeline.
Madeline, estaba en casa escuchando su podcast favorito "La noche loca "trataba de un programa de noticias y chismes donde también los oyentes contaban las anécdotas de su vida, declaraban su amor con canciones y hacían sorteos para ganar diferentes premios de los patrocinantes. Ese día anunciaron que buscaban una persona que los ayudara con el programa los días sábados. Ella pensó de inmediato en que podía tomar el empleo, ya que ese día ella tenía clases de actuación y sus padres no sospecharían nada.
Pues en varias oportunidades les dijo a sus progenitores que deseaba tener un empleo, pero estos se negaban, decían que era muy joven, que ella era mujer y no tenía necesidad de eso, que en lo que buscara un novio y se casara con él, él le daría una casa y le pagaría todos sus gastos, ella se negaba a aceptar eso, quería ser independiente y tener un amor bonito donde ambos trabajaran por tener una familia, por salir adelante.
Así que tomo la determinación de ir al día siguiente, al salir de clases acudió al lugar de la entrevista y ofrecerse para el empleo, escondió ropa en su bolso y se fue a la institución. Paso todo el día nerviosa, era el empleo de sus sueños, tuvo otro empleo como niñera cuidando a los hijos de las amigas de su madre, pero a ella no le gustaban los niños, sin embargo, la paga era buena, así que lo hacía. Cuando el momento llego se dirigió al lugar, entro al edificio, al estar frente a la puerta suspiro profundamente y toco el timbre. Un hombre gordo abrió la entrada.
-Hola ¿Qué tal? ¿En qué te podemos ayudar? -Cuestionó el varón.
-Hola me llamo Madeline y escuche en el programa "La noche loca" que estaban solicitando a una chica para trabajar los días sábados -Alegó con intenciones concisas.
-Así es, mucho gusto, mi nombre es Oswaldo Duarte y soy el cerebro de este programa ¿Tú crees que estés lista para esta locura? -Consultó con una sonrisa.
-Claro que sí señor, es mi sueño trabajar aquí -Declaró con felicidad.
-Entonces estás contratada -Afirmó estrechando su mano.
-Así ¿Sin más? ¿No me va a pedir nada? ¿Un currículo o algo? -Dudó sorprendida por la rápida aceptación.
-No vale, eres la única chica simpática que ha solicitado el empleo, sería un tonto si no te contrato, además es tu sueño y a nosotros nos gusta cumplir sueños, dame tu número de teléfono y nos vemos el sábado -Ordenó con seriedad.
-Muchísimas gracias, no se arrepentirá -Prometió ilusionada la dama.
-Te espero temprano chica hermosa y piensa en un apodo para ti -Ordenó cerrando la puerta.
Cuando se retiraba se tropezó con un hombre alto, fuerte, de cabello corto negro, con una sonrisa perfecta, labios gruesos y ojos café, era Ronald Dorante uno de los conductores del programa, cuando ella lo vio a los ojos su corazón comenzó a latir fuertemente y ambos sonrieron.
-Este es mi mejor momento del día ¿Estas bien? -Consultó curioso.
-Si claro, expreso la chica bajando la mirada -Dijo con vergüenza.
-Y ¿Tu eres? -Preguntó intrigado.
-Ella es Madeline y es la chica hermosa que comenzara a trabajar con nosotros los sábados -Comentó Oswaldo viendo la reacción del caballero.
-¡Caramba! Definitivamente que es el mejor día. Ese apodo te queda muy bien. Me gusta -Enunció con alegría.
-Gracias -Contestó la joven tímidamente.
-Aunque eres algo mojigata, eso puede ser un problema para ti. Aquí todos somos extrovertidos, pero no importa hermosa, de algún modo te quitaremos esa timidez -Carcajeó el sujeto convencido.
-Yo no soy tímida, es que usted me intimida. Es como si conociera a mi actor favorito -Reveló la chica.
-Interesante, nunca me habían dicho eso, me caes bien, haremos que funcione -Prometió alegre.
-Anda a grabar y deja a Madeline en paz -Habló Oswaldo con voz de mando.
-Si jefe. Ya el ogro hablo, nos vemos chica hermosa, cuídate, un gusto conocerte -Finiquitó guiñándole un ojo
-El gusto es mío créeme -Aseguró sin dejar de verlo.
Ronald entro a grabar y la joven no se movió de la puerta hasta perderlo de vista.
-Ten cuidado con él, te lleva mucho camino de experiencia -La joven hizo caso omiso del comentario del jefe y se marchó sumamente emocionada. Al salir del lugar llamo a su amiga Kiara.
// -Hola nena cuéntamelo todo -Dijo la amiga al otro lado del teléfono
-Conocí a Ronald es hermoso me encanta -Expresó la chica emocionada
-Si ¿Cómo es? ¿Cómo lo conociste? ¿Ganaste un premio? -Dudó extremadamente intrigada.
-No vale, voy a trabajar con él los sábados, es el hombre más hermoso que he conocido -Reveló eufórica.
-¿¡En serio!? Te felicito amiga, pero ya te enamoraste de él, estas muy loca ¿Y cómo convenciste a tus padres de trabajar? -Interrogó con efusividad.
-No lo saben Kiara, en eso debes ayudarme. Por favor. Y no me enamore, solo es un chico lindo -Aseguró con vergüenza.
-Obviamente que te ayudo Madeline. Y no es un chico, es un hombre mayor -Recalcó con un suspiro.
-Sí y no me importa, él es realmente hermoso -Garantizó quitándole peso al asunto.
-Tus padres van a matarte si se enteran -Inquirió nerviosa.
-Pero no se van a enterar ya vas a ver amiga y tú me ayudaras ¿Cierto? -Repitió preocupada.
-Claro ya te dije que si nena. Debes contarme ¿Cómo es eso que trabajaras con él? -Prosiguió con fascinación.
-Bueno yo estaba viendo un podcast y escuché que solicitaban a una chica para el programa los sábados, después de clases fui y me aceptaron, hasta me dieron un apodo -Contó con emoción.
-¿En serio? ¿Cuál es? -Preguntó emocionada por lo que escuchaba.
-Chica linda -Declaró y comenzó a reír de pena.
-Me parece excelente amiga, ese empleo te caerá muy bien, pero debes tener cuidado si tus padres se enteran nos van a liquidar -Conversó con estrés.
-¿Crees que no lo es? Están locos con eso de que no trabaje y me busque un marido, es un fastidio, pero bueno puede ser peor, por los momentos le ocultare todo, ya para cuando se enteren no les quedara opción que aceptarlo -Habló con voz triunfante.
-Si tú lo dices está bien para mí ¿Qué harás exactamente en el programa? -Charló curiosa.
-No lo sé, no pregunte Kiara, se me olvido, estaba tan emocionada porque me aceptaron que ni pregunte que iba a hacer, así que me enterare el sábado -Alegó entre risas.
-¿Y no estas asustada? ¿Si te ponen a decir algo en el programa sobre farándula? O a contar chistes -Imaginó las posibles cosas, aterrorizando a su amiga.
"¡Ahh!". Ella solo podía gemir, a pesar de que no amaba a ese hombre; de hecho, lo odiaba. Las manos del hombre recorrían todo su cuerpo. Ella jadeó cuando él comenzó a bajarle el cierre del vestido. Este terminaba en su cadera, así que terminó con la espalda y la cintura descubiertas. "No me toq... ¡mmm!". El hombre movió sus dedos por su espalda descubierta y presionó su cabeza contra una almohada. Los toques le provocaron escalofríos a la chica. "Haré que te olvides de sus toques, besos y todo lo demás. Cada vez que toques a otro hombre, solo podrás pensar en mí". ---- Ava Adler era una omega nerd. Los demás la molestaban porque pensaban que era fea y poco atractiva. Pero Ava amaba en secreto a un chico malo, Ian Dawson. Él era el futuro Alfa de la manada Mystic Shadow. Sin embargo, a él no le importaban las reglas ni las leyes, solo le gustaba coquetear con las chicas. Ava no era consciente de la arrogancia de Ian hasta que su destino se entrelazó con el del joven. Él la descuidó y la hirió profundamente. ¿Qué pasaría cuando Ava se convirtiera en una bella capaz de conquistar a cualquier chico y, al verla, Ian se arrepintiera de sus decisiones? ¿Y si ella tenía una identidad secreta que aún no había descubierto? ¿Y si cambiaban las tornas e Ian le suplicaba que no lo dejara?
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