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En un mundo convulsionado por la violencia y sus desmanes, escondido entre las sombras aún existe el amor. Elizabeth, una muchacha atormentada, pierde la vida en un trágico accidente automovilístico. Es ahí cuando el destino la pone en el lugar correcto y descubre que tras la muerte aún existe la oportunidad de existir. Saya, quien la inicia, la guiará en el camino del silencio con recelo, pero el novio aún humano de Elizabeth, Xavier, busca a su amada incansablemente Después del accidente. El dolor desgarrador de una Traición llevará a Elizabeth a una tormentosa aventura en donde casi por accidente (re) conocerá su pasado inmortal de la mano de un misterioso Conde. La Pasión, el poder y la codicia envuelven las almas mortales cuando sin pedirlo se les regala el don de la vida eterna. Elizabeth Buscará¡ incansablemente sus respuestas, su verdad y por supuesto, su verdadero amor...¿Quién traerá paz al Corazón inmortal de la doncella?
Dulces campanadas me despertaron de una horrible pesadilla... Mareada y desorientada fui despertando poco a poco, pude escuchar una dulce melodía en violín, el olor a rosas ya marchitas invadía mi nariz y las suaves sábanas de seda que rozaban mi piel parecían hundirme más y más.
Nunca me había costado tanto despertar, al abrir los ojos un dolor punzante subió a mi cabeza, podía escuchar miles de sonidos, palabras, gritos y sensaciones que apretaban mi pecho.
Todo era demasiado brillante y solo pude llevarme las manos a la cabeza y respirar pausadamente. No tardó mucho en cesar el malestar, podría compararlo a cuando te levantas muy rápido y te ganas un mareo, pero cien veces más intenso y ruidoso.
Estaba recostada en una gran cama de sábanas rojas, era una habitación muy amplia, las cortinas oscuras casi no permitían que entrara la luz del exterior, todo parecía bañarse de un tinte rojo muy agradable. La decoración era llamativa, habían pequeñas esculturas de animales, encajes, perlas y cristales. Los muebles de madera le daban al lugar calidez y la sensación de que habían estado ahí durante mucho tiempo.
Era realmente hermoso y curioso todo lo que veía, pero me sentía confundida, no podía recordar cómo había llegado ahí, no reconocía nada a mi alrededor, todo era demasiado inquietante. El violín que oí antes continuaba su tonada. Me puse en pie con cuidado, sentí el cuerpo cansado.
Frente a la cama había un gran espejo en donde podía ver mi reflejo de cuerpo completo, llevaba puesto un ligero vestido de tela blanca casi traslúcida, mi cabello caía sobre mis hombros como si hubiera sido delicadamente cepillado, aunque seguía siendo mi reflejo algo en él era incómodo.
Después de unos minutos reflexionando frente al espejo el sonido del violín se hizo más fuerte, pareció volver a tumbar en mi cerebro como el zumbido de una abeja, me armé de valor y decidí salir de aquella habitación en búsqueda del músico que entonaba tan bella y melodía caótica.
La tonada aceleraba su ritmo mientras recorría un pasillo largo y oscuro, como en una película clásica de terror. Finalmente, llegué a un pequeño salón rodeado de puertas, el sonido nacía detrás de una de ellas, me acerqué cautelosa, pero la música se detuvo repentinamente a penas la punta de mis dedos acariciaron la madera fría.
Empujé lentamente solo lo necesario para espiar el interior, el mundo comenzó a moverse en cámara lenta, la realidad se volvió brumosa y la tenue luz no me dejó distinguir si era un sueño o un delirio de la fiebre que emanaban mis mejillas.
Aunque la iluminación era apenas podía distinguir esos rasgos afilados, podría reconocerla aunque pasaran cien años.
Lo siguiente que sentí fue el sonido de mi cabeza contra el suelo, el patrón floral de la alfombra raspando mi cara y luego la oscuridad devoró todo, solo permanecieron ahí brillando esos ojos que se clavaron en mi alma como una daga en una estocada mortal.
Olivia Abertton es dulce, divertida y cariñosa, la «niña de sus ojos» para su padre, Ernest Abertton, a pesar de ser hija de una relación extramatrimonial. Gabe Clifford es el director general de la mayor empresa farmacéutica del mundo. Inteligente, astuto, un hombre sin corazón, capaz de hacer cualquier cosa para conseguir lo que quiere. Pasó años preparando su venganza contra los Abertoon. Seguía siendo amable y alegre, incluso cuando todo a su alrededor parecía desmoronarse. Quería destruirla para poder saborear cada lágrima de Ernest Abertton, el hombre al que había dedicado su vida a ver sufrir. Ella estaba enamorada de su hermano. Él tendía la red y ella era la presa. De lo que Gabe no se daba cuenta era de que la venganza podía ser mucho más dulce de lo que imaginaba. Olivia, por su parte, nunca imaginó que pudiera existir alguien tan desalmado y sin escrúpulos como aquel hombre. Un deseo de venganza más grande que nada. Una mujer decidida a cambiar su destino. Un matrimonio tratado como un negocio. La utilizó como una forma de venganza contra el hombre que más odiaba. Sólo que no esperaba que conocerla sería su peor castigo.
Ibiza fue invitada a un evento importante de la empresa para la que trabaja y allí se encontró con una desafortunada situación. Sin que se dieran cuenta le suministraron un fuerte afrodisiaco, el cual la hizo pasar la noche con un hombre supuestamente desconocido. Sin embargo, aquel hombre resultó ser uno de los hijos de su jefe, pero todo se tornó complicado cuando producto de esa noche ella quedó embarazada. ¿Qué sucederá cuando un padre rechace a su bebé sin haber nacido y encima de eso pretende que lo aborten? Esa es una buena pregunta si resulta que años después regresas en busca de perdón para enmendar el error que jamás debió de haber sucedido.
Allison se enamoró de Ethan Iversen, el futuro alfa de la Manada Moonlight Crown. Siempre quiso que él se fijara en ella. Sin embargo, Ethan era un alfa arrogante que pensaba que una débil omega no podía ser su pareja. El primo de Ethan, Ryan Iversen, que había vuelto del extranjero y era el verdadero heredero de la manada, nunca intentó conseguir el puesto ni mostró ningún interés por él. Era todo un alfa playboy, pero cuando regresó a la manada, una cosa cautivó sus ojos y fue Allison.
Ella se casó en secreto con una superestrella; sin embargo, su estado civil se mantuvo en conocimiento público. Ella lo amaba como a un perro, tan leal, tan sin vergüenza, pero él la alejaba constantemente solo por su egoísta razón de tomar venganza contra su madre. Después de su divorcio, ella accidentalmente se acostó con un atractivo desconocido cuyos ojos azules exudaban un atractivo sexual extremo, atrayéndola a una inevitable atracción fatal. Él era tan tranquilo y gentil, prometiéndole la felicidad eterna. "¿Ms. Cathryn Riley, se casará conmigo?" Su expresión era seria y sincera. Los dedos delgados del hombre sostenían una caja redonda de terciopelo rojo muy delicada y hermosa; dentro había un anillo de diamante exquisito. Asustada emocionalmente, ella le respondió, "He sido divorciada una vez. Espero que no me haga divorciar por segunda vez de nuevo." Keith sonrió y respondió suavemente, "Mi mundo nunca se ha centrado en nadie. Pero en los días venideros, mi mundo se centra en ti". Ella estaba tan conmovida que no pudo evitar llorar lágrimas de felicidad. Estar con él le trajo una alegría eterna y su promesa eterna reemplazó su sufrimiento por el matrimonio fracasado.
Durante tres años, Jessica soportó un matrimonio sin amor mientras su marido fingía impotencia. Sus mentiras se desvelaron cuando apareció una amante embarazada. Tras seis meses recopilando pruebas en secreto, Jessica se deshizo de él y construyó su propio imperio multimillonario. Tras el divorcio, se transformó en una figura irresistible, atrayendo admiradores. Un día, al salir de su oficina, se encontró con Kevan, el hermano de su exesposo. Él intervino, enfrentándose a ella: "¿Acaso era solo una herramienta para ti?". Los labios de Jessica se curvaron en una sonrisa tranquila mientras respondía: "¿Cuánta compensación quieres?". La voz de Kevan se suavizó. "Todo lo que quiero eres tú".
Jennifer Bennett, la legítima heredera de los Bennett, luchó denodadamente por el reconocimiento de su familia, solo para verse eclipsada por una impostora. Enfrentada a falsas acusaciones, acoso y humillación pública, Jennifer acabó renunciando a ganarse su aprobación. Con la promesa de superar la injusticia, ella se convirtió en la pesadilla de quienes la agraviaban. Los esfuerzos de la familia Bennett por doblegarla no hicieron sino alimentar su éxito, llevándola a la altura con la que sus rivales solo podían soñar. Alguien le preguntó: "¿Te sientes defraudada por tus padres?". Con una sonrisa tranquila, Jennifer respondió: "No importa. Al final, el poder prevalece".