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Helena viene de un pequeño pueblo donde su personalidad fuerte e independiente, muy desligada de soñar con verse linda y a la moda, es blanco de críticas, especialmente de su madre y hermana, quienes constantemente la molestan. Ella es apoyada por su padre, quien la ayuda a mudarse a la capital a cumplir su sueño de estudiar publicidad en la Universidad que siempre ha querido. Vive enamorada de Bruno, su mejor amigo, quien es un chico guapo y popular, que está en una relación tóxica. Este empezará a mostrar interés en Helena, llegando a tener un romance, donde ella aceptará será la tercera en la relación con la esperanza de que siga a su lado, terminando con el corazón roto. Pero en la universidad conocerá a su nuevo vecino, Maximiliano, un chico coqueto, mujeriego, bastante frío y solitario, que pasará a ser su mejor amigo y confidente a pesar de la inicial negativa de él a llevarse con esta muy extrovertida chica. Cuando la vida se les complique en diferentes momentos, empezarán a acudir y confiar el uno en el otro para enfrentar sus problemas a lo largo de varios años, hasta terminar pasando varias noches juntos, en plan de amigos con derechos solamente. Pero cuando la hermana menor de Helena esté por casarse, vendrá el más grande favor de amigos que han tenido, fingirán un noviazgo falso para salvar la dignidad de ella ante su familia de víboras y para complacer a la mamá de él, un noviazgo del que nacerá un matrimonio arreglado en el que intentarán esconder ya están enamorados el uno del otro desde hace mucho tiempo. Solo que la vida es impredecible y a lo largo de su tiempo felices, van a tener que confiar el uno en el otro, enfrentando mentiras, infertilidad y lo difícil que es la vida, aún cuando tienes a la persona que amas a tu lado. Aquí hay mucho amor y las pruebas que se debe sortean en el día a día para lograr la tan soñada felicidad.
MAXIMILIAMO
Me siento en la barra con mi cigarrillo en la mano, lanzando el humo hacia arriba mientras observo fijamente a la mujer que baila de forma sexi frente a mí en la pista. Le sonrío coqueto y ella hace lo mismo, ignoro a las que intentan acercarse, ella igual con quienes insisten en intentar acompañarla.
Me dedica ese baile, lo sé. Termino mi cigarrillo, lo pongo en un cenicero, meto una menta en mi boca y me acerco, la tomo de las caderas desde la espalda, con mi respiración en su cuello la cual le provoca escalofríos. Bailamos como si nadie nos viera, fundiendo nuestros cuerpos al ritmo de la música.
- El pez mordió el anzuelo - le susurro al oído, provocándole una gran carcajada, como si le hubiera dicho lo más divertido del mundo, se voltea, me toma por el cuello y se acerca a mí.
- Así que vamos a la segunda parte del plan, que el pez muera por su propia boca – me da un beso salvaje en mis labios, que terminan con una mordida mientras ríe. Camina a la salida llevándome de la mano, sin quitarnos la mirada coqueta de encima, como si nos tuviéramos hambre y llegó el momento de comer.
Salimos del club hasta mi auto, le abro la puerta y la ayudo a subir, me dirijo a mi asiento y conduzco lejos de ahí.
- ¡Somos lo más genial que hay en el puto mundo! – grita emocionada.
- Te lo dije nena, soy experto en provocar celos – le dedico una mirada guiñando un ojo.
- Ahora, ¿cuál es la siguiente parte de la operación vencer y destrozar? – sonríe.
- ¡Vencer y destrozar! – digo confiado.
- No tienes ninguna idea, ¿cierto? – me mira juzgándome.
- Nop – respondo tranquilo – soy de los que improvisa, pero tranquila, todo saldrá bien, o dejaré que me patees las bolas.
- Sabes que lo haré, ¿cierto?
- Sip.
- Sabes que estudié kickboxing, ¿cierto?
- Lo olvidé...
- Te acabas de preocupar, ¿verdad?
- Obvio que sí, pero... - hago pausa dramática para mejor efecto - o ganamos todo, o perdemos con estilo.
- ¡Vamos por todo bebé!
HELENA
Ok, se preguntarán cómo terminé con un egoísta, vanidoso, inmaduro, mujeriego, demente y algo borracho galán, organizando un plan para darle celos a un ex que no fue mi ex, pero sí fue mi ex, mientras nos salvamos mutuamente de nuestras familias. Pues bien, ni yo misma lo entiendo, pero intentaré explicarles. Vamos al inicio.
16 AÑOS ATRÁS
No nací siendo femenina, algo que me hizo cercana a mi papá, algo que me hizo lejana a mi mamá, no encajando en su mundo perfecto. Lejanía que se volvió más fría cuando a los 5 años llegó mi hermana Tania, una dulce princesa de algodón de azúcar a quien amé desde que vi sus bellos ojitos color miel, lo malo, mi mamá no dejó de compararnos nunca, convirtiéndola en una mini versión suya, de las mujeres que creen que la única forma de resaltar es opacar a otra, haciéndome su principal blanco.
Tuve la mala suerte de nacer en una ciudad ni pequeña, ni grande, cercana a la capital, pero sin su libertad. Aquí las mujeres estamos divididas entre las buenas y las malas, o sea, las que llevas de la mano en público presentándolas con tus padres y de las que hablas mal frente a otros como si no te importaran. Yo siempre estuve en la mitad, siendo la oveja negra de mi familia por, lean bien, comportarme como "hombre".
Salí liberal como mi padre, hombre hermoso que me apoya en todo, quien al ser conocido y respetado por ayudar a muchos de los habitantes de este lugar, hace que me toleren, o lo finjan.
Hace unos días cumplí 18 años, ¡al fin soy libre! Todos pegaron el grito en el cielo cuando papá apoyó el que termine mis estudios en la capital, lo que implica que viviré sola, o sea, UNA MUJER SOLTERA VIVIENDO SOLA, ¡sacrilegio! Hubo discusiones, llantos y gritos de mi madre que casi tiene un "ataque" porque <
Cuando llegó en nuestro primer año causó revuelo, con su cabello castaño, ojos verdes, cuerpo atlético, pésimo en los estudios, pero con un carisma de ángel, hizo amigos muy rápido con muchas chicas atrás de él. Yo, conocida mas no popular, tenía excelentes notas, razón por la que otros no podían meterse mucho conmigo y mi mamá decía al menos en el colegio con orgullo que yo era su hija, por las felicitaciones, aunque nunca revisó uno solo de mis trabajos. ¿Mi problema? la conducta.
Quería hacer deporte con los hombres, usaba mal mi uniforme al cargar pantalón cuando era día obligatorio de falda. Le daba la contra a algún profesor por un comentario sexista, me rehusaba a entregar trabajos por apoyar a mis compañeros, me decían que tenía inteligencia, pero mi "rebeldía" la opacaba. Sin ir a fiestas, o eventos sociales, o maquillarme, era la mejor amiga de la reina del lugar. Ustedes saben, la chica siempre a la moda, de gran cuerpo, cutis perfecto, ojos azules, cabello oscuro, una modelo por la que los chicos hacían cola. Mi hermosa Mar.
La atención de los demás se centró más en mí cuando el galán recién llegado pasó a ser mi mejor amigo, volviéndonos inseparables sobre todo cuando Mar se fue del país. Pero nada dura para siempre, después de cambiar de novias como de ropa, contándome obviamente todo lo que hacía, consiguió a su novia Camila, una doña perfecta que me trataba mal cuando este no veía, siendo la pareja perfecta, la que todos visualizaban casados. Ahí murieron mis esperanzas de lograr tener algo hasta dos semanas antes de mi mudanza donde todo cambió.
Scarlett nunca pensó que su apacible vida sufriría en un día cambios tan grandes. ¡Su mejor amiga Megan era su hermanastra! Megan y su madre planeaban quitarle a Scarlett todo lo que tenía, incluyendo su riqueza, su estatus, su padre e incluso su novio. Le tendió una trampa a Scarlett para destruir su virtud. Pero, ¿por qué el hombre que yacía junto a Scarlett no era el que Megan encontró? Despiertos, los dos desconocidos empezaron a rastrear la identidad del otro. Pero la identidad de este hombre conmocionó a Scarlett. ¡Era el director ejecutivo más rico Ryke Méndez!
A veces el amor aparece de la manera más inesperada y en la forma de la persona menos pensada. Para Daniel, la vida a sus 40 años es una rutina entre sus tres hijos y su cargo de CEO de la empresa familiar. El fallecimiento de su esposa lo deja inmerso en la tristeza; creando, con el correr de los años, una coraza fría a su alrededor. Deanna tiene una vida normal, trabaja medio tiempo y estudia en la Universidad de Artes porque quiere lograr su sueño: cantar en la ópera. Solo le falta un año para terminar su carrera cuando su amigo Harry le pide ayuda desesperado. Una antigua regla familiar le impide casarse con su novia, la cual está embarazada. Para hacerlo, Daniel, su hermano, debe casarse primero. Para ayudarlo con su problema Daniel y Deanna acceden a fingir una relación y un matrimonio. Son tan opuestos que la atracción es inevitable. Él encuentra en ella la calidez que faltaba en su vida y Deanna el amor luego de una ruptura desastrosa. Finalmente, Daniel puede volver a tener una familia. Pero hay muchos intereses ocultos que buscan separarlos y alejarlos. El viaje es difícil, deben enfrentarse no solo a terceros que les complicaran las cosas, sino también a sus propios miedos e inseguridades. No es sencillo equilibrar 15 años de diferencia. Pero el corazón tiene razones que la misma razón nunca entenderá.
Olivia Abertton es dulce, divertida y cariñosa, la «niña de sus ojos» para su padre, Ernest Abertton, a pesar de ser hija de una relación extramatrimonial. Gabe Clifford es el director general de la mayor empresa farmacéutica del mundo. Inteligente, astuto, un hombre sin corazón, capaz de hacer cualquier cosa para conseguir lo que quiere. Pasó años preparando su venganza contra los Abertoon. Seguía siendo amable y alegre, incluso cuando todo a su alrededor parecía desmoronarse. Quería destruirla para poder saborear cada lágrima de Ernest Abertton, el hombre al que había dedicado su vida a ver sufrir. Ella estaba enamorada de su hermano. Él tendía la red y ella era la presa. De lo que Gabe no se daba cuenta era de que la venganza podía ser mucho más dulce de lo que imaginaba. Olivia, por su parte, nunca imaginó que pudiera existir alguien tan desalmado y sin escrúpulos como aquel hombre. Un deseo de venganza más grande que nada. Una mujer decidida a cambiar su destino. Un matrimonio tratado como un negocio. La utilizó como una forma de venganza contra el hombre que más odiaba. Sólo que no esperaba que conocerla sería su peor castigo.
Darya pasó tres años amando a Micah, adorando el suelo que pisaba. Hasta que su abandono y el abuso de su familia finalmente la despertaron a la horrible verdad: él no la ama. Nunca lo hizo, nunca lo hará. Para ella, él es un héroe, su caballero de brillante armadura. Para él, ella es una oportunista, una cazafortunas que planeó su camino en su vida. Darya acepta la dura realidad, reúne los pedazos destrozados de su dignidad, se divorcia de él, recupera su nombre real y, reclama su título como la heredera multimillonaria más joven del país. Sus caminos se vuelven a cruzar en una fiesta. Micah observa a su ex esposa cantar como un ángel, romper la pista de baile y luego frustrar a un malintencionado con una patada giratoria. Se da cuenta, con retraso, de que ella es exactamente el tipo de mujer con la que querría casarse, si tan solo se hubiera tomado la molestia de conocerla. Micah actúa con prontitud para recuperarla, pero descubre que ahora está rodeada de solteros elegibles: CEO de alto poder, bioquímico genio, cantante premiado, playboy reformado... Peor aún, deja bastante claro que ha terminado con él. Micah se prepara para una batalla cuesta arriba. Él debe demostrarle que todavía es digno de su amor antes de que ella se enamore de otra persona. Y el tiempo se está acabando.
Durante sus tres años de matrimonio con Colton, Allison ocultó su verdadera identidad y se esforzó de todo corazón para apoyarlo. Sin embargo, fue traicionada y abandonada por su esposo infiel. Desanimada, ella se propuso redescubrir su verdadero yo: una perfumista de talento, el cerebro de una famosa agencia de inteligencia y la heredera de una red secreta de hackers. Al darse cuenta de sus errores, Colton expresó su arrepentimiento: "Sé que metí la pata. Por favor, dame otra oportunidad". Sin embargo, Kellan, un magnate que se suponía que era discapacitado, se levantó de su silla de ruedas, tomó la mano de Allison y se burló desdeñosamente: "¿Quieres que te acepte de nuevo? Sigue soñando".
Ethan siempre consideró a Nyla una mentirosa, mientras que ella lo veía a él distante e insensible. Nyla había acariciado la idea de que Ethan la quería, pero se sintió fríamente rechazada cuando se dio cuenta de que su lugar en el corazón de él era insignificante. Como ya no podía soportar su frialdad, dio un paso atrás, solo para que él cambiara inesperadamente de actitud. Ella le desafió: "Si confías tan poco en mí, ¿por qué me tienes cerca?". Ethan, que antes se había comportado con orgullo, ahora estaba ante ella y le suplicó desesperado: "Nyla, he cometido errores. Por favor, no te alejes de mí".