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Doy unos pasos adelante, me acerco más a la ventana y veo a niños felices, en un pequeño parquecito y me pregunto, si pudiera cambiar, si pudiera pedir un deseo, sin límites, ni restricciones algo que me cambiase, y pudiera ser feliz, que pediría, y sin demora alguna, la respuesta aparece en mi mente, puedo revivir el recuerdo de sus rostros sonriente y como si se tratara de un holograma, ellos aparecen ante mí con una sonrisa y también sonrió genuinamente, estoy enloqueciendo, que pretensiones tan altas tengo, me digo en voz alta y mi sueño al igual que mi sonrisa desaparecen, siento una presión en mi pecho, como si me ahogara y una lagrima amaga en salir pero recuerdo la promesa que hice hace años, no llorar, mantenerme fuerte como último gesto de amor que podía realizar hacia ellos, respiro profundo, continuo imaginando el mundo feliz para mí, aunque eso solo es dañarme más y no tengo dudas, mi deseo seria que ellos estuvieran de vuelta, me imagino miles de cosas que haríamos, lloraríamos juntos de felicidad de volvernos a encontrar, le contaría todo lo que ha pasado en su ausencia, los llevaría a visitar los lugares que hace tanto no voy, dicen que siguen iguales, que nada ha cambiado en el pueblo desde que ellos partieron, excepto que ya no estoy allá, también llevaría a los pocos lugares nuevos que he conocido, comeríamos la nueva comida que he probado y miles de cosas simples que no tengo con quien hacer.
Y se me ocurre encender la computadora e indagar sobre misterios, sucesos para normales y hechicería, es una idea un poco absurda para algunos, pero es lo único que me queda, quiero por lo menos despedirme, verlos una última vez, debo admitir que me atormenta pensar que no los estoy dejando ir, que de pronto debería darle la paz y recordarlos con todo el amor y la gratitud que pueda, pero no he podido, porque lo he intentado y intento día, tras día, también se me ocurre que una señal de ellos para mí, que están buscando un medio para comunicarse y me enferma quedarme sin hacer Nada, mientras ellos necesitan de mí, también sé que es algo ambicioso de mi parte pero me aferro a la esperanza, a los milagros y a las cosas inexplicables que pasan en este mundo. En la computadora aparecen miles de resultados pero aparece una en especial que me llama la atención y le doy clic navegando por la página web aparece un anuncio de una bruja que práctica toda clase de hechicería, me llama la atención, y sin pensarlo demasiado marco el numero pero no responden, intento un par de veces más, pero es inútil, y me enojo para que un numero si no lo van a responder, pensé. decidí no ir al trabajo, llame a mi supervisor me inventé un refriado y Sali a la dirección de la supuesta bruja Candela como se hacía llamar en anuncio.
Después de 7 minutos en taxi llegue al lugar de la dirección, se notaba un lugar sombrío, oscuro a pesar de la claridad del día, era una casa descuidada, como si hace años nadie la habitara, era pequeña y estoy segura de que de noche debía parecer una casa aterradora, me acerque a la pequeña puerta de madera, vieja y maltratada le faltaba pintura por los bordes, busque con la mirada por si había un timbre, pero no, solo habían pedazos de la pintura que alguna vez fue de la pared, toque con los nudillos, y no obtuve respuesta, pensé en irme pero ya estaba allí no me iría así nada más, insistí, toque un poco más fuerte, y a lo lejos escuche un a voz cansada, que decía "un momento" la puerta no se abrió de inmediato, pero tampoco se demoró mucho en aparecer frente a mí una señora de bastante edad, tenía una pequeña joroba, ojos vidriosos, piel maltratada y con arrugas, me hace una señal con su mano para que entre, camino tras ella por un largo y angosto pasillo, salimos a un patio, donde ella desaparece y no me dio tiempo de preguntarle nada, hay varias personas, más de 15, calculo rápidamente, me sorprendo ver tantas persona en lo que parecía un lugar tan pequeño, había personas jóvenes y mayores, pero había dos que llamaba mi atención, un chico guapo de cabello cobrizo, alto, tenía ropas que se veían costosas, gafas de sol y una aptitud de prepotencia y egocéntrica que se notaba solo con la forma de mirar al resto de personas y en su cara se notaba expresión de desagrado, estaba acompañado de un chico un poco más joven, pero muy parecidos, intuí que eran hermanos, pero el más chico se veía mucho más amable, me acerque, y con voz más bajita de lo que pretendía pregunte
-Hola, disculpa Sabes cómo funciona, es por orden de llegada, ¿Quién atiende y dónde?
me miro, como un poco impresionado, creo que le tomó por sorpresa, tardo unos segundos en responder
-Hola, la verdad, no se mucho del tema, estoy aquí por Simón -hiso un gesto en señal de el chico del pelo cobrizo- mi hermano.
-Tienes que contárselo al todo el mundo- intervino enojado en la conversación- se supone que es un secreto. Su voz era grave y bonita, pero su actitud me irritaba.