-¡Dafne, baja a comer! -gritó mi padre desde la cocina.
Deje mi laptop a un lado, y recogí mi cabello en una cola perezosamente. Salí de mi habitación corriendo, hasta bajar las escaleras, y cuando llegué al comedor me quedé en shock. Las palabras salieron por si solas, sin siquiera poder pestañear.
-¿Quiénes son ellos? -pregunté confundida.
-Ella es Elise, he estado saliendo con ella por un tiempo, y... decidimos casarnos.
-¡¿Qué?! -me cubrí la boca con la mano-. Lo siento por gritar, es que fue una noticia algo... sorprendente.
Mi padre me dirige una mirada cariñosa, se la devuelvo por un breve segundo para centrarme en la mujer a su lado, Es bonita, parece amable... Dios no puedo creer que vayan hacer ésto.
En el fondo me enoja que mi madre no esté... ¿Y ahora mi padre se casará?.
Alejo la mirada de la mujer, camino hacia la mesa, pero solo logro dar un par de pasos, no me había visto al chico que está... ¿Está en mi lugar?.
Es un chico alto, bastante guapo, su mirada es fría y distante, aún así tiene una pizca de diversión.
¿Que le hace tanta gracia? .
Nuestras miradas chocan antes de disponerse a escanear mi cuerpo de arriba abajo, para luego mirarme directo a los ojos y dedicarme una pequeña sonrisa de burla.
Entonces mi respiración se detiene.
<>
Se me olvidó que estaba usando mi pijama de conejitos.
Y ese fue el principio de mi perdición