documentos que me des
ital, donde ejercí mi
. Guilherme, mi antiguo c
sternación y los brazos c
incuenta años se pasó
ón en el que estaba sentado.
r que estés hacie
o. ¿Por qué no lo intent
spital siempre esta
ula, incapaz de continuar con esa conver
is manos temblaban solo
ara realizar alg
Lo he intentado y he fall
eso
es al abogado que Estaba esperando para f
que eso era mi decisión final, la tapa de ac
un camino sin retorno,
ntras el abogado guardaba el papeleo, suspiré profundamente y Observé la alfom
y sobras de comida. Alguna
siendo pisoteado por Guillermo. Otros es
ba polvoriento, la ropa tirada por el suelo, pero
taría por la segunda opción. Mío la vida se había c
vacío y la soledad qu
su alrededor una ve
la expresió
eflejaba la más pura arrepentimiento, pero
del departamento sin resp
saban, y luego luego cierre la puerta
as pocas horas, en que tenía el lujo de per
empo. Los recuerdos no
a mente como un
recordé cuando Intenté volver a trabajar en
to temblaba. Me sentí aver
umillación, me aislé del mundo y Imped
yo era sólo un montón de basura. Fui cons
la fuerza para a
. abrió otro botella de whisky e incliné el cuello hacia
castigo. Merecía sufrir ha
el apartamento en algún momento de la noche.
gí hacia las escaleras, y
ción estaba
clavarme en la pared. Yo estaba al tanto de los planes que habían sid
i. entré y pasé las coordenadas del conductor. A pa
che en una silla de e
de São Paulo para Campo Grande,
uando salí del aeropuerto y Terminé el v
etera en el bolsillo trasero
con nada qu
de reojo mientras cam
ito del interior, no pas
ocieron cuando eran
arbudo que deambula
ayor de Lucía y Joaquim Ribeiro, dueños de
detuve frente a un bar y me senté e
e mi sistema, el coraje para seguir haciendo
permaneció, sin embargo,
amba dentro
señor?" - Un jov
que se acercaba. Lle
fo en l
ecto al grano y apoyé la
a si
ntió mientras
u pedido en un minuto
ió hacia la b
a bebida estaba en
vo, pero mi mejor amigo en l
a boca y me bebí todo
respirando hondo. Dej
nando sin rumbo por l
tarde, finalmente me
eca en la región, y que no habra inundacione
erqué al pueblo de
a 30 km de Corumbá. El
y por la mirada de los
estaba nada feliz de poner su un vehículo t
rdaba. había allí una pequeña iglesia, una es
almacén, anexos a lo q
cerca unas de otras
ro del auto, noté que dos niños jugaban b
ismo tiempo para observa
por allí en sus quehaceres di
lé hacia un pequeño ca
el taxista se diri
to de la comunidad antes de llegar a los pasto
s más adelante, mostré
entrada que daba acceso a la
n trozo de tier
onente puerta de madera tallada. El cartel "F
gado a mi
é al conductor. terminaría el
oniendo en el horizonte
er guiarme por el c
on tocones
allí, pude escuchar el mugido de una vaca respondiendo a la llamada de
s y el croar de las rana
yendo recuerdos del pa
uía siendo el que recordaba:
nda, sintiéndome desplazada
tenecía, pero a la vez m
endidas en la casa de d
ventanas que lo perdías
lo que me separaba de la ca
rante ta
un perro que venía del c
pie, mirando el fachada antigua, las ventanas y
n la casa con num
ba, solo así que aparté la vista de la fachada y me conce
de una mujer... una voz que Recordaría e
cómo sus cejas estaban fruncidos,
udar en algo
renice. Cua
mujer se abrier
las manos a la
ada. el silencio era roto por otra voz qu
hasta e
z de mi mamá salió temblor
frente a mí cuando se acercó más, los oj
derramar. - O
í y me echó los
sufrimiento y sentí que tu pecho se apretaba con fuerz
una de mis manos a la par
jo. Ella olió suave
ho, cariño. L
Ma