ona y mirada interrogante. Eso me daba a entender que allí no terminaba esa pelea. Se había atrevido a emboscar a m
leches! -clamé antes de sentir c
zar la calle. Choque y reboté contra él y con mucha destreza me impulsé hacia dela
aban cerca de un parque cercano. Por suerte, la atención no estab
ría Mayerlin es
pido posible, por favor -dije sabiendo que llegaría
lo logré, tuve la suerte de toparme con un vehículo que parecía rodar de puro milagro.
rganta que surgía de su radio. -Me llevó unos segundos reconocer que se
cuanto llegué -arrugue la cara al descubrir que había grasa por todos l
trasto? Cobra muy caro como para
el asiento delantero y me golpeara. Lo hizo a propósito, pero no me m
ede. Me repuso con un tono de v
ted lo
lo tres calles nos habían llevado más de veinte minutos que por cierto ya me había p
o de que este era
atajos, señorita.
o propina -le conteste mientras el
engo que alimentar a mis tres
rtos de par en par con un
irá en se
o le hizo aú
aís solo puedo mantener a mi esposa sol
empre y cuando no lleguemos más tarde de las doce y cuarto. De lo contrario, lo ún
uila, dónde vive
ansión C
podía. Después me observó por el retrovisor con expresión como su fuese v
-preguntó avanzando unos cuantos m
stábamos en la P
ndo, ni tampoco que me digan a cada rato a dond
r el pecho y lo saco del asiento de un tirón. Solté un grito escalofr
cópata como brusca. No me dio tiempo a verle la cara, porque me lancé entre los asientos
é sin dejar
sea un secuestro», me iba diciend
rápido para entrar en la Piazza del Popolo sin el menor temor a a
Era joven, más o menos de mi eda
a este trasto?! -gritó sofocado, mientras
un gil
s con el puño y con la pierna como si se
ún para el dueño del taxi era hermosa por cierto, pero la música fue
¿Por qué coño no he cogido el Fiat? -Gritó, a la vez que
me lancé sobre él dánd
n fuerza mientras él esquivaba mis golpes al mismo tie
uieta pedazo de loca
hacia delante y me golpeé la cabeza y los hombros contra el vidrio delantero. Los cristales cayeron sobre mí, pe
dolorido. Me lancé al suelo y era tanta mi suerte que caí en un charco justo ante
, Elvis -dijo mi pr
ubest
e prácticamente sobre mí. Intenté escapar dándole patadas, pero caye
oder chiquilla de
ápidamente me levanto y de un rápido giro me coloco encima de la patrulla cuando pude reaccionar me di cuenta q
ecuestrado y me estaban ll
tanto A
hica. Quise ir tras él, pero ya me habían cazado. Me empujaron
mofó uno de los guardias mientras me
que estarás de guardia de seg
de ello en c
de empujarme hacia el coche-. Vamos
un así me detuve a observar su cuerpo increíble... y bastante ágil. Colocó una pierna en la puerta y empujó hacia atrás provocando que d
mese o tendrá
repentirán de esto!- mientras ella
e con la cabeza. Alcé una ceja, incrédulo después le mostré una so
drá contarlo
!- Dejó de hablar y se
osos, nariz perfecta y unos ojos azules deslumbrantes. Casi iluminaban la penumbra del vehículo. Tení
ollas? -me preguntó clavando aquellos ojazos en
el labio... mira, se hace así. -
écil... -Se l
s detrás de la espalda, pero
atarme -le dije a uno de los
aré eternamente agradec
ude la empujé con un hombr
pocos amigos mientras la muchac
reguntas si
tocaba mofarme a mí. Sabía exa
ra cállate -le
Pensó Alejandro, En una
s que M
intenso de estar suelta para poder estrangular a ese gilipollas? Rezaba para que
s que me había metido en todo ese embrollo se lo habían llevado a otra celda, así que no sabía si h
era mi compañera de celda comenzó a invadir mi
un rato? Tú y yo podríamos ser a
s amigas nunca
e sentir como estampó su nariz en mi mejilla e inhaló mi aroma ruidosamente. Me quedé q
o en ese momento el policía qu
os barrotes entre los que ya veía la
era. -Quita de en medio- Empujé al policía que se encontrab
lo unos segundos. Cuando volví en mí, me aparté de él y comencé a Hablar sin consideración, d
o en un manicomio. Después de robar el taxi donde yo iba chocamos contra un muro y después comenzó a pegarse con otro tío y me apla
na mirada rara parecía divertido. Me co
, mi amor. No hay
parse? ¡Mi padre me matará
casa de Evans. Ya está todo li
a abra
por eso es que
ello y comenzó a olisquearlo entre los barrotes. George la alejó y a
la no es de tu esti
hora mismo -murmu
la afuera te espera un coche que
cómo su mano se separaba de la mía cuando nuestros brazos ya no p
jan
ntley de Vladimir. Ya sabía que Leonardo, Alexander y Anthony estaban a salvo en m
rla. Era la cuarta vez que visitaba los calabozos de la comisaría de Trevi e
misaría? -me preguntó Vladimir aparentando seriedad, pe
detención y opinaba que debía
recordé sus largas piernas. -En serio, Vladimir, si la
soltó una
lidad, sí, ella
rla? -pregun
el calabozo
estaba todavía
queño control del portón, lo sacó por la ventanilla y pulsó el bot