img Las cenizas de un mafioso  /  Capítulo 5 4 | 55.56%
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Historia

Capítulo 5 4

Palabras:1368    |    Actualizado en: 24/12/2022

a la bellísima Marie Mirey conversando con quien al pri

que este hombre es un exitoso escritor, creador de al menos tres Best Sellers entre los qu

está preparándose para interp

posi

r a Javiera, personaje de su primer

ersonaje nuevo de

es p

no parece una sesión de trabajo, ¿verdad? Se ven muy juntos, m

ndo de una cena, ¡pero es que Marie ya tiene novio! Rodion Chijack,

de su novia con el escritor? Aún no ha dado d

tándonos en Sin Cortinas para más inf

ás leyendo esto

en el portal de n

bre leyendo

de lo sucio que estaban, en una habitación oscura y pequeña, con el suelo cubierto de colillas de cigarrillo

producía un sabor metálico, producto de la sangre que surgía de su lengua al morderla. Sentía la m

inaba una piel surcada por las cicatrices de la edad, un

, casi como si fuese una vena a punto de provocarle una embolia cerebral, pero esta

e sí mientras intenta recobrar la com

endarte otros similares, y a esta persona, después del punto y final, le

io más rabia. En la noticia sobre la actriz lo trataban como a un don nadie, pero en estas hablaban de él con respe

se hijo de puta no merecía

. Tenía el cuello empapado. Y no era el calor lo que lo provocaba. Era esa furia en su interio

contigua le llegó

mbillas del apartamento estaban apagadas; hace tiempo que los bombillos

onocible, pues se notaba que su degeneración no podía ser natural. Tenía la piel morena, arrugada y reseca. Los ojos vidriosos. La boca pequeña. El cuerpo tan delgado

s frotaban de sus ojos. Esto no le sorprendi

rtar cuanto le hubiesen dicho los médicos que en realidad no sufría de ningún problema cardiaco. Él también se lo había dicho, pero

ntaba recordar cómo era ella cuando se conocieron hace ya tantos años; la forma de sus curvas, la línea de sus labios

ada, pero por lo general se que

o sabía que no valía la p

cuanto se acercó un poco, ella empezó a agita

cho tiempo

ó y continu

culpa de

o

Mientras él estaba ahí, sin poder salir de casa por miedo a lo que le hicieran, ese escritor dormía en hoteles costosos, cogiéndose a muje

da de vid

cionaría a su presencia? Ella se giró con lentitud, como si a sus imaginario

dujera ese cambio que llevaba tanto tiempo esperando

aba co

e su vida

lla no se movía ni parpadeaba. Él sentía que perdía el alient

pirar cada vez más le

e verlo. Si

ndentemente, esta vez ella sí dejó que le tocara el

cara y ella de nuevo no re

espi

a cada vez más rígida, más fría. ¿O era el sudor lo que le hacía sentir así?

abía

¿Para qué? Ella quería

odián

ulpa de él,

onrió ante la expectativa de lo que estaba por hacer. Sonrió al recordar uno de los artículos que había leído, ese que habla

nnathan y a todo al

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