os mensajes con el señor Don Mateo. No puedo evitar sentir tanta vergüenza y creo
mundo, ni mucho menos nada caliente pero, sí h
de toda mi voluntad y me dispong
él me llamara por el nombre de mi hermana, sé que al momento de arreglar al fin mi problema
e dicho que las primeras cosas son buenas e inolvidables
puedo evitar pensar que enojado se ve demasiado bien, como las venas se le marcan en algunos lugares de su
mientos se volvieron tan sucios? Sinceramente esto está grave, debo
voy de inmediato a abrir la puerta antes de
uiando señorita Ainara, creo que a usted sí le importaría estar dando
ebo, salí de mi habitación con mi camisa sin abotonar. Los sostenes blancos de encaje semi transparente que utilizó no dejan mucho a la imagin
culpeme por favor. ¡Escuche
mis pechos lo
t, si jura recibirme así todos los días no me
a mirada
rado viendo sus luchas internas, te
n poco su cuerpo e ingresó a mi departamento, se dirigi
como boba o irá a terminar de
efes buscan a sus empleados a sus casas y se toman e
los tratos igualitario
pensar, él está reconociendo que ayer la embarró al llevarme a ese a
, al menos eso me c
e quite toda mi ropa en la sala y justo dónde se había sentado Mateo se encontraba mi tanga de encaje, aqu
rete y traga
cuenta del regalito que había dejado en mi mueble.
ornaba mi mueble reposaba sobre sus piernas y su expresió
stazo rápido al mueble a ver si lograba ver mi ropa interior y ni señales de la susodicha,
a hora de salir de casa o si no el
nate, me acerqué a él y le pedí cortésmente que me diera permiso para llamar el
amos a planta baja, nos dirigimo
de llegar y subirnos al ascensor que nos llevaría a nuestra
a empresa. Me pongo al tanto de todas las cosas que suceden, qu
a de su manera tan competente de realizar
tico en su conversación decidí
no, si no dos de los grand
mplacerme más
pejo frente a nosotros. Hubiese deseado no haberlo hech
encontraba posada en su nari
fuerzas a aquel pequeño trozo de tela que sobresalía de ellos, una tela negra, una muy p
ía mi
s se tornaron rojas al igual que parte de mi pecho. Sentía que el pequeño c
o de ahí, juro por
gación, una en la que averigüe hasta el lugar de
calentura se enf
do a nuestro destino. Si ya no era suficiente mi vergüenza por descubrir
Dios mío es
casi corriend
parten el cien por ciento de sus genes es decir son idénticas, gracias a que cada ser humano por más gemel
det
irse de las cuencas de mis ojos, él me había descubie
o que entrará a la oficina, cerró la puer
pues no está casada y mucho menos ti
su hablar, hacié
ándose a mí. Me acorraló, mi cuerpo quedó pegado a la fría pare
labios quedaron a la altura d
nte a los demás empleados no degradare su puesto seguirá siendo la encargada de esta sucursal. Si de algún modo no quiere aceptar m
is ojos, las limpie rápidamente y
árcel. ¡Muchas gracias por su propuesta señor!
jeandome abrace fuerte mi bolsa y m
la oficina, pude
quí Señorit
traron al ascensor que por suerte se encontraba aún ab
e encontra
sea mi
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