n casarse con una desc
pensaron
seis años les hubiera dicho que ni loco. Que jamás me casaría con alguien a quien
haberme obligado a pasar por todo lo que pase, ya que de otra maner
habían lastimado y traicionado de la peor manera más a ella que a mí, y
el diablo en el que me convertí para sobrevivir desapareciera por completo y
ojos de color azul y aparento siempre estar enojado. Y en su momento fui un preso condenado a veinticinco años de cárcel por s
ay que convertirse en otra cosa. A mí me toco convertirme en el Diablo como todos me lla
ndo qué fue lo que hice para que todos me l
e iba a pagar ni un centavo. Y eso no lo tomo nada bien, así que les ordeno a los hombres que lo acompañaron que me dieran una buena golpiza, pero los que salieron con una buena golpiza fueron ellos, tanto así que los mande al hospital junto con varios guardias que trataron de deten
o contigo mismo y con los demás, y siempre pensé que la muerte me la podía dar, pero n
cómo la conocí? Y ¿Có
o empezó hace c
l director te quiere ver en su despacho – m
qué quiere verm
ue te llevara a su despacho – me
e gusta que me mientan –
me dice agach
para que carajos me quiere ver el dir
empieza a tartam
rmina de decirme lo que quiero
ue quiere hablar contigo,
regunto y este asi
que es una mujer con mucho poder, ya que el director le per
director me las va a pagar – digo y Núñez se pone pálido del miedo – Al
– Tengo que... ponerte la...
s me giro y coloco mis manos detrás de l
otra punta del reclusorio. Vamos caminando por los pasillos mientras todos los presos me miran con
custodiada por dos guardias armados con subfusiles de asalto. Uno d
el director al otro
en la puerta del despacho – Núñez
guardia se aparta de la pu
s – dice Núñez cuadrán
imagino que no ha sido fác
mejor dígame que quiere hablar
usted, sino yo – dice con firmeza una
esmeralda, nariz pequeña, labios finos, cabello lar
es? Y ¿Qué quier
s Villaseñor y soy .
interrumpo – Eso
oy abogada? – me pr
ho penal, por no decir la mejor de todo México y Estados Unidos cuando
de aquí – me dice
ue yo voy a aceptar su ayuda?
de sacarlo de aquí – me dice e
sted que yo quiero sali
ere salir de la cárc
– Además, quien me asegura a mí que usted no va a hacer lo mism
solos? – dice mirando
ador es un preso peligroso, tanto así que lo ten
los riesgos
nte y da media vuelta para irse – Pero yo no estoy
espacho y este me mira al igual que el director – L
orita a solas con usted – me dice y yo lo mir
de visita al hospital – le digo
hacerlo si tiene puestas las esp
as! – le digo con las esposas en mi mano derecha par
ieza a decir mientras
quite – digo con tranquilidad – Y ahora largues antes de
ñez con miedo – Recuerde lo que hizo con
ejar a la Señorita a solas con él – dice – Si
sted ni Núñez lo hubieran podido evitar, como tampoco los
a hecho algo. Por favor déjenos solos. – le dice al director y a Núñez señalándol
cir que Núñez y el director no
no lo dejo a su
¿cómo se le llama a lo que su
cio porque quiso, sino porque lo mata
– digo si
erdad – me dice mientras abre su maletín - Tom
de este folder? – l
tos – Como puede ver, hay están todas las pruebas que mi padre encon
todo esto? – le pre
no es lo más importante. Aquí lo más importante es que presentando todas estas pruebas ante el juez, a
uiere a cambio de e
me dice
me mientan. Así que le voy a volver a repetir la pregunta. ¿Qué es lo que quie
nmigo – dice mirá