rfulló Mell por décima ve
ediato-. Tú me diste la idea -susurré en m
ramática y asintió
os ojos, cosa que hacía muy seguido en esos minutos que ll
dí para convencerla. Realmente era un plan que me daba curiosidad y me atra
vertida-. Bueno, dejemos el chisme para después, que ahora el deber
tidas de negro, espiando afuera del banco donde trabajaba
hora? -cuestionó Mell, comiendo
ible sacar su voz de mi mente, sus "te amo", sus "siempre juntos", ahora se resumían a solo a recuerdos de lo que en algún tiemp
e y rápidamente trató de b
o en un susurro, pero con voz de comerci
como contenía la risa. Negué co
le dijo "Miau" -re
za y emocionada
-relató divertida y e
l chiste de mi amiga. Realmente M
o al negro intenso de nuestros vestuarios y más aún por el t
Mell, debía prepararme para lo peor, pero vengarme también era parte del plan. De modo que, la intención de nuestro mac
os cuenta ya habían transcurrido algunos minutos y no pasab
estras espaldas. Fue tanto el susto, que nos hizo
intimidante, pero a la vez era interesante y apacible, tierna y dulce. Era como una me
dores y nos llevaban para pedir rescate? ¿Y si los delincuentes nos mataban o nos chantajeaban para qu
empecé a imaginarme torturada para dar inform
y enfrentar lo que viniera. Si nos habíamos metido en un
si dar la cara era lo correcto. No quería arriesgar a mi amiga por una idea tonta, quizás hasta podíamos ir a la cárcel por estar
chico?... sí, un chico de más o menos nuestra misma edad. Era alto, contextura media, algo musculoso, pero sin exagerar, llevaba su cabello bien peinado y su uniforme planchado y pulcro, además sus zapatos brillaban y el
y un pequeño hoyuelo se formó en su mejilla, lo que lo hizo ver
quitar mis ojos de encima de ese chico, tenía algo que me atraía y m
ventar una excusa bastante lógica, lo cual me hizo reaccion
ás, nosotras estábamos viendo el diseño del banco, sus paredes son muy fuertes y de un material muy resistente... supongo que está construido de ceme
aba gracia lo que estaba diciendo, ya que yo no sabía ni pizca de arquitectura, aunque me esforzara
y frunció el ceño, mostraba una clara
un poco confundido por la redundante explicación que
l de forma rotunda y
de advertencia, si Mell decía algo, nos llevarían a la cárcel por espiar afuera
enterrándome sus uñas en la p
e su expresión era divertida, como si disfrutara aquel momento y verme pasar el oso de mi vida-. Deberían estar adentro,
se estaba aprovechando de mi situación incómoda para burlarse. Mis meji
nspeccionando el exterior, si son profesionales de
ce mucho del interior -repliqué y toqué las paredes para darle más re
que se divertía de la situación, la curiosidad emp
í? -in
mirada que sentía que mis mentiras iban a ser descubiertas-. Además, el diseño de este edificio es un poco moderno, pero tiene un toque de Renacimi
trató de confundirlo con una tos seca, pero no le
do del mantenimiento del banco -concluyó segundos después de observarme con fije
do con el jefe de seguridad del banco en el q
ché su mano-. Y ella es la licenciada Mell Rush, una
o, pero le dedique una sonrisa forzada
n una sonrisa, y se aproximó a la
? -protestó Mell en un susurro-. ¡
ulina. Algunos centímetros atrás, Mell me apretaba el brazo mientras intentaba convencerme en sus
u mirada terror. Yo fui la segunda en entrar y caminé lo más firme que pude, no iba a dejar intimidar después
ze, el diseño es de la ar
co me provocaba nervios y una sensación cálida en el pecho, aunque
de interiores -susurró mi amiga apenas llegué a su lado -. Creo que, si te creyó, así que
sarcástico apenas audible, que c
*
uizás cuarenta y tantos años, algo canoso y de piel morena. La amabilidad era una de sus
per -me presenté al sen
s son decoradoras -contestó y estrec
cando oportunidades de trabajo, somos recién graduadas -proseguí, justificando nuestra joven apariencia-. Y nos ha pare
s frecuentes que vienen todas las semanas o cada dos días a depositar dinero de las planillas de trabajadores públicos y privados, nos gustaría ofrecerles un espac
lir mi verdadero objetivo de aquella visita al banco, necesitaba llegar al fondo de aquel misterio. Mi atención se dirigió a los demás cubículos e
ñor Cooper con una sonrisa cordial y me hizo girarme
egunté con voz nerviosa, porque ni
ia-repitió en tono serio-. El proyecto ya lo teníamos pensado, sin embargo, habrá que hacerle unos cuantos ajustes porque los revestimientos en las paredes ya fueron hechos hace poco, las luminarias fueron instaladas ha
da y podía entender en sus ojos que en sile
y cuando estén listos, les avisaremos y firmamos el contrato -propuso tomando el teléfono para comunicarse con su sec
nco, con un proyecto de diseño a cuestas, un pro
a su auto-. ¿Puedes explicarme qué es el Funcionalista? ¿Qué es eso? ¿Acaso la secuela de El Men
tectónica- corregí luego de buscar en Wikipedia qué era el F
cerca de James? -resopló enojada y cerró su
saber qué pasó, qué lo hizo cambiar de opinión, quizás en su trabajo sea el lugar en donde más información pueda encontrar, al fin
el auto-. Se supone que era para salir lo más pron
Javi le gustará, estoy segura de eso -
volante. Mientras yo recordaba y ella
rostro y re
as clases comienzan en mes y medio y es nuestro último semestre. Además, no te voy a negar que emociona qu
e tiré una pequeña almohada que
s vamos a dejar todo esto de decoradoras -p
de año y tal vez podemos encontrar alguna -propuse emocionada. En realidad, no solo me emocionaba entender la razón por la que James
el respaldar del sillón, y miré por la ventana antes de alejarnos del banco. Alex se encontraba sentado en una de las mesas del restaurante de al lado, tenía la vista pu
enza que había pasado aquel día. Tenía que apre