ler
me puedo sacar de la cabeza ese incómodo beso de Leo y Julia, no comprendo
o la extraña sensación de que no estamos destinados ,porque la vida no se trata solo de querer, sino también de amar, un amar de esos que te deja sin cartas bajo la manga, que te deja vul
de nuestra relación, no doy más, sufro más mirándolo a los ojos o besándolo cuando en mi mente casi siempre
l abrir ahí estaba él, con una camiseta gris ajustada a su cuerpo, definiéndole cada músculo de su pecho y abdomen, tenía puesto u
me estás
tada, la verdad que andaba en cualquie
creo que ni
nto, es que estoy recién acaba
emprano y nadie se ha despertado aún, incluso tú novio está
y a veces duerme como tractor, pe
a hablar contigo de algo b
Leo conmigo, y la verdad no sé si ponerme contenta porque será algo bueno, o triste porqu
L
aña en Valeria, se está poniendo has
ras bien?- Le pregun
nda perfectamente bien.- Respondía Valeria con un nervio
ué tal si vamos a la terraz
os minuticos para despertar c
orfa no te demores que es algo muy importan
ler
buscando, no me podía concentrar. En unos minutos me terminé de asear y pensé en despertar a Isaac para co
sillas de madera rojiza y mientras empezábamos a charlar no
ué iba esto, al parecer Lorena le había contado
o importante que tienes que cont
de empiezo. Pues nada, que sabe
¡ob
contaré c
grano- Me sentía nerviosa pero a la vez súper intrigada,
te quería co
rminara la frase in
decírtelo, pero no creí que fuera el momento adecuado y
utamente inexpresivo, pálido, apenas pestañaba, parecía como si estuviera en un estado abso