e mi hombro, dejé el libro
... -Valentina susurr
el mayor cuidado posible evitando provocar cualquier sonido q
alrededor de dos horas en ella. Era una sala de dos pisos, las paredes eran de mármol blanco, los bordes de las estanterías parecían h
nde que no se acumulaban multitudes en ella, además poseía varias zonas para sentarse y disfrutar de la lec
, si hubiese podido lo habría hecho yo misma, pero aún
leyendo y me dirigí con ellos has
ánica...-Me sobresalte, sentí esca
e en uno de los sillones cercanos a la me
n la biblioteca, más bien, al igual que yo
n las que compartíamos g
mia, aunque quizá un poco más pequeña, cada vez que iba a verlo nos dirigíamos a ella y pa
que ninguno interrumpía la concentración de otro,
teresa
junto a mi hasta la salida de la bi
ta dónde están
alentina se detuvo y
a petición del príncipe D
cejas alzadas, pero
uestras iniciales hechas po
su equipaje ya fue trasladado a sus respectivas habitaciones- V
ntes masculinos, pero hay un área exclusiva para los nobles con más juris
cían ser 6 pisos de altura, su estilo parecía ser bastante elegante, al igual que la academia,
ales, lamento no poder acompañarlos, pero debo volver a mi habitación antes de la restricción horaria, ambas habitaciones están
, Valentina sonrió y se a
ranquilamente de mi respuesta, asent
mpezó a intere
elevador, Deavid ma
jo un libro de botánica c
al parecer ya había s
uertas con nuestras iniciales. Curiosamente nuestras habitaciones quedaban un
ódigo in
qué las
tos firmemente sobre mí, el ambiente se sintió te
a adve
de mi pr
ba la sensación de opresión,
asta chocarme con la puerta de mi habitación, Deavid coloco ambas manos
sus ojos oscuros me miraban fijamente. -No me sentiré tranquilo, si algo
y suspiré sinti
use mi mano sobre su pecho e intenté apart
fav
no me lo pedía con las intenciones que menciono, sino más b
el control, por eso siempre intento estar al tanto del todo, le gust
tar al tanto sobre todo lo
zación, si lo haces pediré un cambio de r
o, puedes entra
como un cachorro suplicando por amor, pero no
con mi mano, Deavid se apartó con cuidado y antes de
dado y entrelazo su
rando mañana pa
su agarre se intensifico, fr
no de protesta, pero él se negó a
lanto un ligero beso y la soltó. Me miro por última v
e mi cien intentado aliviar el re
un té de
*
dome complacida con mi apariencia, tome el maletín
vid de brazos cruzados vesti
o que dijo al observarme, al parecer a
la falda
o fruncido, pe
control muy rápido, así que evitaba de ellas, en realidad manejaba muy
de él, Deavid lo sabía, así que siempre intentaba darme la razón, a menos que fuese algo que sig
ligeramente de
tranquilamente h