Navarr
scuros pensamientos. Levanté la vista. Una pantalla de televisión, montada en lo al
icado sobre un viejo tuit. A los medios siempre les encantaba encumbrarlos y luego derribarlos. Pero est
un brazo reconfortante por los hombros. Su voz, usualment
e. El nivel de acoso en línea, el veneno... es asqueroso. Nadie merece este tipo de odio. -Le apretó el hombro su
los peligros del acoso en línea, mientras su propia novia había sido sometida exactamente a eso, día tras día, durante meses. Y
. Las lágrimas, calientes y no deseadas, brotaron de mis ojos. No pude detenerlas. C
able señora mayor a mi lado, su voz sua
muré una disculpa, tomé mi bolso y me bajé tambaleándome del autobús en la siguiente parada
No eran solo los medios, no solo los fans, no solo Kiara. Era Leo. Siempre
ignorarlo, bloquearlo, pero se filtraba en cada rincón de mi vida. Comencé a tener ataques de pánico en público, aterrorizada de ser reconocida, aterrorizada de
un pájaro muerto en la puerta de mi casa, con una nota: "Deja en paz
a broma. Los fans se vuelven un poco locos a veces. Solo ignóralo. No hagas un
va a ver mi sufrimiento. Lo recordé diciendo: "Eres tan frágil, Adela. Kiara es mucho más fuerte. Ella maneja la presión mucho mejor". M
proteger, de defender con furia. Simplemente no para mí. Vertía todo su cuidado en su imagen pública, en su coprotagonista, en cualquiera menos en la mujer que le habí

GOOGLE PLAY