ista de Ca
gía. Me adormecía ante el mundo exterior, ante las llamadas y mensajes frenéticos de Gael, los que simplemente ignoraba. Envió flores, re
a entrado. Mi cuerpo dolía, un recordatorio constante de la vida que me había
enencias. El lugar se sentía frío y vacío, a pesar de su lujoso mobiliario. Era una jaula d
materiales de arte -las únicas cosas que realmente sentía com
que
pecto desaliñado, los ojos inyectados en sangre, un marcado contraste con su ha
", comenzó, su vo
hablar", dije, mi
e juro que te lo compensaré. Haré lo que sea. No volveré a ver a Bárbara nunca más
magnífico collar de diamantes, brillando bajo las luces d
ces", dijo, su voz quebrándose. "Por favor
iqueza que usaba para comprar y control
mis labios. "¿Crees que un collar puede borrar el dolor? ¿Las mentiras? ¿E
ó, su rostro
olo... Bárbara llamó, sonaba genuinamente angusti
años, seguido de un patrón de tres años, y ahora, otro más. Tú no comete
no, su agarre sorpr
uánto te quiere mi abuela. Es su gala esta noche, el evento anual
on verdadera amabilidad. Ella me quería de verdad, lo sabía. La idea de decepcionar
tonces
orden y calma a su caótica vida. No conocía a la verdadera Carla, la que
je, apartando mi mano. "Me voy. Y n
esta última vez. Por la familia. Por mí. Solo preséntate, y lu
desesperación allí, sí, pero también un destello familiar de su control innato, s
y calculada se f
palabra un susurro ven
undó su rostro. Una sonrisa genuina, del tipo que so
en su voz. "Gracias. Enviaré el coche por ti est
etrocedí, mi mano levantad
"Y no esperes que finja. Hago esto por
ntió, aceptando mis términos. Todavía pensaba que era un c
a persistiendo en el aire, un marcado
mi corazón un n
a tregua. Era
a la vida a la que una vez
entaría a todos. Y luego,

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