a P

ntas que no podía procesar. "Señora Chico, ¿está bie

. Pero sus ojos... sus ojos lo sabían. Sabían la verdad. Habían vist

i futuro. Me había quitado mi maternidad. Y lo había hecho p

otaron. Como un torrente. Lloré por mi bebé. Lloré por mi vida arruinada. Ll

anecí d

por la ventana. Había pasado otro día. Anabel estaba sentada en la sil

la manzana. "Pensé que te quedarías dormida para siempre."

penas podía hablar. "Sé qu

heredero de los Picaso." Se acarició el vientre, con un gesto delibe

la miré. Mi coraz

..?", pregunté.

en serio. Empezamos a salir justo después de que él te propusiera matrimonio. Fue un secreto divert

l. Mi mente giraba. "Per

a chef talentosa, sí. Pero no eras 'de su clase'. Y un Picaso necesita una esposa 'adecuada'. Con un linaje. Y un he

s años. La tristeza que me había consumi

, yo quedé embarazada." Anabel sonrió con suficiencia. "Ese fue el empujón que necesitaba. Necesitaba una razón para deshacerse de ti s

bló. Quería saltar sobre ella. Arañarle l

estaba conmigo. Celebrando su 'libertad'." Anabel se reclinó en la silla. "Dante estaba tan preocupado por su herencia. Pensó que te dejaría

os se cerraron tan fuerte que l

espeté. "Eres una ambiciosa sin

pudiste: un heredero. Y una conexión c

é. "Él solo te usa.

re venía a verme después de 'cuidarte'. Después de tus 'crisis'. Y cuando perdiste al bebé... Estaba tan aliviado. Me dijo que aho

ngeló. Mi rostr

el se rió. "Estaba con él. En la habitación de al lado. Nos besamos. Hicimos el amor. Mientras tú esta

n mi vientre se intensifi

aznos un favor a todos. Desaparece. Haz tu vida. Dante se casará co

nte. Los nombres de Dante Picaso y Anabel Blázquez. Y la fecha. La fecha era la misma que la

n una sonrisa triunfante. Luego, tararea

o me invadió. Me sentía mareada. El mun

ba allí, sentado a mi lado. Sus ojos estaban rojos e hincha

de su agarre. Me froté la mano,

ido. "Jana, ¿qué pasa?

moniales, Dante?", pregunté

e sí, mi amor. Los re

tas si alguien te ha

! ¡Ella estuvo aquí! ¿Qué te dijo esa víbora?" Sa

Su rostro era una máscara de inocenci

algo a Jana?", Dante la conf

ba dormida. Solo me aseguré de que estuviera cómoda. Le dije que te preocupas mucho