El
lujo que no po
iendo cómo la lealtad en mi sangre s
sol, yo era una
n vesti
no lo llevaba para llorar.
alto, entré en
ado de humo de puro
aba sentado a la
un anciano benévolo, pero sus ojos eran fríos e
estaba
do entré, la furia cr
despectivo. "Estamos en
e in
caer un grueso expediente
mo un disparo en el
miso se ac
traicionar ninguno de
cayó sobre l
ó una risita, un s
"Una unión de la Mafia es un pacto de sangre. No
gí, clavando mis ojos en el anciano. "
e puso
royectando una larga
tás habland
el expe
e los contenedores de envío que usan para
Dante se e
o las palabras. "A partir de esta mañana, la
fue del rost
reverías"
salvoconducto para salir de esta ciudad. O estrangularé s
ediente, abriéndolo para
de la gravedad
vatore rápidamente, su comportamiento cambiando
razonable",
a vuelt
is costillas, un frenétic
a los hombres más pe
vez en años,
l pasillo ha
dormitorio de
a sa
a que le quedaba demasi
, una mezcla empalagosa qu
o y s
risa dulce
vas?", p
mi camino, L
, apoyándose en la pared con un agotamiento teatral.
r
pl
a ella, pero se in
é su
o lo suficiente para saca
ó la oportunidad. S
lo con un f
itó. "¡Ele
una bola, sollo
me empujas
naron por
apar
via en e
e pie so
qué pasó.
via, arrodillán
?", preguntó,
ivia en su pecho. "Sol
e me
staban lle
e pasa?
ono perfeccionado para
hacía temblar
lo me e
elo", dije. "E
"Está bajo mi protección. La est
a?", pregunté, mi v
e puso
endo mi espacio con
pate",
",
a, Elena", siseó. "
ba humi
cima de su prometida, por encima de
a L
do por detrás
riendo bur
mirar
n idiot
agarró
re era
Ve a tu habitación. Nos ocupar
emp
antándola en sus brazos co
a ll
sola en e
taba donde me
iendo el calor del m
e esto, Dante", su
a ella. Mañana, l

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