vista d
olía soñar con gestos románticos perfectos, la que creía en grandes declaraciones de amor, había muerto de una muerte lenta y agonizante tras las reja
antó la tapa con un gesto teatral. Un corte de carne perfectamente sellado, brillando con sus jugos, descansaba en el plato, rodeado de ve
tativa-. Justo como en nuestro primer aniversario. ¿Recu
observó, conteniendo la respiración, esperando mi reacción. Un cum
ía... a carne. Rica, sabrosa, cocinada por ex
lante, la anticipaci
n? ¿Est
a, mis ojos despr
errible
psó. Su rostro
te. Usé los mejores ingredientes. Incluso con
e que lo hizo. El hombre que me dejó pudrirme en una celda durante
la. Parecía que le ha
. eso no
me convenciste de cargar con la culpa de tu desfalco? ¿Fue justo cuando prometiste que sería una sen
imas, una sola lágrima traza
e mataba saber que estabas ahí adentro? ¡Trabajé hasta los huesos, tratan
uto de cada día? ¿Mientras luchaba contra mujeres que pensaban que una "nov
a horr
e dijo que estabas en una instalación a
iempre Candice, tejiendo sus bonitas mentiras, asegu
resonó en la puerta. Jasper pareció aliviado, aprovech
del
señador verde esmeralda que se aferraba a sus curvas, su cabello perfectamente peinado, su maquilla
sus ojos dirigiéndose a mí, un destello de algo que no pude ubicar del todo -¿tri
taba perfectamente recta, sus dedos demorándose en su solapa. Tomó su vaso de agua mineral medio vacío, dio un sorb
u parte, pare
no quería interrupciones esta noche. -Su voz era débil,
ero, una expresión e
isa deslumbrante, completamente falsa-. ¡Ashley, querida! Ha pasado demasiado tiempo. Lamento tanto, tanto todas esas llamadas perdidas. M
como el plástico. Solo la miré, m
la salida a bolsa... ¡fue demasiado para una sola persona! -Suspiró dramáticamente, luego palmeó el brazo de Ja
mesa y lo mordisqueó delicad
bares tantas veces, tarde en la noche, porque estaba tan desconsolado. Simplemente se senta
staba trazando una línea clara entre nosotras, destacando su papel indispensable en la vida de
grosamente suave-. ¿Tuviste que ir a sacarl
diendo mi sarcasmo
ente vivía en la oficina, asegurándome de que comiera, asegurándome de que durmiera. No
ita, entonces -afirmé, dejando qu
ó en picada, más fría que la nieve que caía afuera. La observé, la máscara de inocencia resbalando, reve

GOOGLE PLAY