ista de Gr
copa de vino, con
moción-. Diez años. Construimos este imperio desde la nad
es compartidas y amor inquebrantable. Lo hizo sonar como un cuen
, vaciando su copa-. Solo días bu
sorbo. Sus palabras no significaban nada. Y
pasado -dije, mi voz plan
interpretando mi fri
azón, tie
nó mi plato, in
ujé mi plato. Mi apetito se
la preocupación grabada en su r
y sardónica sonr
cansas de comer la mis
o se f
é? Podemos ir a ot
surro-. Si te cansas, la reemp
mente confundid
a? Estás actuando ta
ra el mantel. Lo arrebató, mirando la pan
a pantalla se iluminó con la cara sonriente de Karla, u
de Damián
unté, mi voz peli
e apagó la
se. -Parecía desesperado-. De hecho, acabo de recordar, necesito ir a la fáb
és de la ventana mientras pagaba al conductor, luego giró sobre s
, un hombre
algo! Construyó ese increíble auto rosa
internamente. Todo e
conductor, mi voz re
r parpadeó,
uir a quié
se encontraron con los su
a dónde lo lleva su "re
umplió rápidamente. Siguió el taxi de Damián
ta Fe. Prácticamente saltó, corriendo hacia adentro. Una sola luz
ensor se sintió interminable. Cuando finalmente se abrió con un ding, una ola de sonido me golpeó. No los t
se hicieron más fuertes. Obscenos. Inconfundibles. La voz de Karla
soluto asco. Mi estómago se apretó. Él estaba haciendo esto. Aquí. En su ofic
osa mentira. Una burbuja frágil, ahora reventada. Siempre había creído en nuestro amor, nue
e amaba. El hombre al que había dedicado mi vida. Era un extraño. Un
con el que me casé, la vida que construí y el

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