ista de Gr
on el vacío de mi vida. Fui a mi estudio, abrí un cajón y saqué mi acta de nacimiento, mi licencia
mi mano. Uno por uno, vi cómo las llamas consumían mi identidad. El papel se cur
labios. Una sensación de ligereza, de
construyendo nuestra primera startup en un garaje estrecho. Me había prometido el mundo, y yo le creí. Éramos p
a vez tan profundamente en mi corazón, ahora se sentían c
el relicario de platino vintage que Damián me había dado el día de nuestra boda. Una antigüedad q
s-, es resistente. Está destinada a unirnos, para si
s. Agarré un pesado pisapapeles de latón de la mesa de noche y lo dejé caer. ¡Crack! La delicada bisagra se rompió. La cartristeza, sino por una fría y sil
numento a una mentira rota. Las coloqué suavemente en una pequeña y
ncipal se abr
voz de Damián, molestamente aleg
r en una mano y un ramo de mis lirios favoritos en
os de esa pastelería italia
un beso en mi cuello. Instintivamente me tensé, girando mi cabeza ligeramente. El aroma
mbre -dije,
pequeñas cosas que me gustaban. Simplemente ya no impor
on un pucher
e, pero el lanzamiento se alargó. Y luego e
ntido, tan infant
lvió de nuevo. El p
Era verdad. No sentía nada más q
beso en mis labios. Luego sacó una pequeña caja de terciope
lma Gemela' que salió de la línea. Mi rega
o, los pedidos desbordantes, las acciones disparándose. S
pesada, un símbolo no d
, mi voz tranquila-
confiado. Me acercó más, ente
Siempre. Eres mi de
vez había sido música para mis oíd
suavemente-, que si alguna vez me traici
se encontraron con los mío
serio, Grecia
re de Karla brillaba en la pantalla. Él arrebató el teléfono
leve sonrisa jugando e
, se relajó. Contestó, luego salió de la h
suaves y seductores desde el lado de Karla se esc
tan bien anoche..
na. Caminé hacia la cocina, el calor
utos después, luciendo
o una llamada rápida de
dió s
mpleaños. Reservé ese lugar fr

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