lena Vil
o, un lujo necesario para
cerraban tratos con un espresso y se limpiaba la
se sentó f
ona en el mundo e
te de la organización, una abogada chi
neando la habitación en busca d
has dormido en
doce horas
gafas de sol
ón alrededor de mis ojos, la e
rio, Lucía. Un s
ejó de
a porcelana, un sonido agudo
Garza -
uló como u
abí
ante siempre ha tenido una debilidad por las cos
escribió. Quiere tomar el dinero del
una risa sec
Solo le gusta la fantasía. Y le gusta tenerte ahí para asegurar
o sobre la mesa
era firme,
lema. El problema es qu
en la
e se entera de que Dante está conspirando con una Garza, mandará
no tenía nada que ver co
o sali
abían a ceniza
una se
etiró s
eso dolió más que la
Capo. No obtienes una sepa
la desesperación creciendo en mi garga
ctamente arreglada-. Si podemos probar que entró al matrimonio de
sus ojo
erritorio. Incendiará la ciudad antes de dejarte ir.
del café
rometido de
arte del
diatra. Un hombre c
iluminó cuand
frente, su mano descansand
tó-. Hice reservaciones en ese
a so
sonris
suavizando los bor
co minuto
e a esperar jun
obse
a miraba como si fuera la ún
se relajaba bajo su toque,
había t
y una mansión co
iraba y veía una partida
-dije en voz baja-. Como
volvió
era duro
un activo -dijo-. Empi
servilleta s
ito un núm
e ponen feas esta noche. Conecta di
cosas esta noche? -pregunté,
ía
asar por ti. Y escuc

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