ista de El

te más efectivo. La furia de Augusto, la suficiencia de Kristal... ahora solo eran combustible. La vieja Elisa, la que anhel

recía cansado, su fuerte mandíbula tensa, pero sus ojos estaban agudos. "¿Se f

ndo mis labios. "Sí. Y ni siq

an suaves, pero llevaban el peso de una historia no contada. Él siempre había visto a través de Augusto. Por eso nunca se habían ll

corporándome un poco. "Augusto quiere que niegue todo

a hacer?". Sus ojos buscaron en lo

iempo que necesito. Le dije que lo haría, pero solo si ejecutaba el

a de las acciones iniciales?". Soltó un silbido bajo. "Esa es una jugada i

de satisfacción eclipsando momentáneamente el d

, una sonrisa sombría en su rost

libre y financieramente independiente. Y necesito sanar". Hice una pau

que sea". Su lealtad era un báls

reocupación forzada. Kristal estaba notablemente ausente, su "quemadura grave" la mantenía alejada d

rañas en mi lengua. "La sugerencia de infidelidad es completamente infundada. Augusto y yo estamos comprometidos con nuestro matrimonio y con superar cualquier desafío que enf

mano, una señal silenciosa de triunfo. Poco sabía él que es

mente estaba expresando un deseo de crecimiento personal y un nuevo capítulo en mi vida, que tengo toda la intención de seguir d

sto terminó rápidamente la conferencia. Me alejó, un brillo triunfante en su

tan difícil, ¿verdad? Un poco de control de daños, y todo estará bien". To

fríos. "No es negociable, Augusto. La

puedes tomar un trozo de mi empresa y simpleme

ste una ilusión, Augusto. Una jaula dorada. Sacrifiqué a mi famil

sala de estar. "¡No te hagas la víctima, Elisa! ¡Sabías lo que era

ro no de miedo, sino de una ira profunda y profunda. "Ele

nunca fue un secreto. Solo

garganta, crudas y dolorosas. "Quería creer que me amabas.

us labios. "Es lo que es, Elisa. Ahora, sobre los a

los papeles esta mañana. El acuerdo de divorcio pre-firmado ya está

s. "¿Qué hiciste qué?". Su v

cioso que no sabía que poseía. "Los papeles están presentados. El proceso h

luego transformándose en pura furia. "¿Crees que puede

me debe. Lo que me gané a través de una década de devoción c

me. Pero entonces, las palabras anteriores de César resonaron en mi mente: *Nunca lo hizo, en realidad*.

ando. "Te arrepentirás de esto, El

arrepentido de muchas cosas en mi vida, Augusto.

se, la puerta cerrándose de golpe detrás de

la guerra privada había sido declarada. Había quemado mis puentes, pero también había encendido un camino hacia la libertad. El vacío en la habitación era vasto,