Palaci
abra raspando mi ga
ra un infierno, cada terminació
icist
e Kassandra
e bienestar? Algunas personas simplemente n
cionó. Me estaba ahogando, mis vías respiratorias se cerraban por
ás de ella, su rostro
é le
odios -dijo Kassandra, su voz teñida de
jadeé, las palabra
al rostro tranquilo y sereno de Kassandra. Vio un inconv
ocando una mano en su pecho-. Hace esto para llamar la ate
l rostro de Fernando, no lleno de preocupación por su esposa de diez años, sino
ntiséptico de un hospital. No la clínica privada de Fernando, sin
a-. Shock anafiláctico. Unos minutos más y no habrí
la garganta como si es
voces. Un médico hablaba
ón fue si la prensa se enteraría. ¡Intentó evitar que los paramédicos la llevaran a un hospi
a voz empalagos
iene estos... episodios dramáticos. Es mentalmente inestable. Probablement
z de Fernando,
a está... indispuesta. Nos encargar
Ya me había reemplazado, no solo en su cama, sino en su futuro.
vomité en el recipiente junto a la cama. Sentí como si estuviera purgando los últimos diez años
estrella en ascenso. Había organizado sus fiestas, encantado a sus inversionistas, defendido sus excentricidades. Había renunciado a mis
su rostro una máscara cuidados
spierta. Nos dis
ré, mi voz un
ncia de apar
andra
í por mí. Era un carcelero. Estaba esperando a que estuviera lo suficientemente bien como para ser traslada
petrolero, Cómo-se-llame. Es un evento ridículo, pero Kassandra será homenajeada por su defensa de los animales. Es importante par
a acallar los chismes sobre su nueva p
rapia intensiva, Fer
. Que te sientes junto a su cama n
sta era mi única salida. Si estaba en un evento público, ro
-dije-
ición de la colección privada de animales exóticos del anfitrión, incluyendo varios osos pardos enormes mantenidos en un gran recinto de última g
das de reojo. "Esa es ella... la primera esposa". "Oí q
do a mi lado, su brazo firmemente alrededor de mí, desafiando a cualquiera a mirarme mal. Ahora, estaba al otro lado del césped, su brazo alrededor de Kassandra,
jido, seguido de gritos de pánico. Uno de los enormes osos, agitado por el
rría, una estampida de esmóquines y ve
. Pero no corría hacia mí. Corría con Kassandra, su brazo envuelto protectoramente alreded
ra miró h
tobillo se torció debajo de mí, y caí al suelo duro y frío. Un dolor abrasador
golpeó en la sien, y el mundo explotó en
un momento que me paró el corazón, se giró y nuestras miradas se encontraron a través de la multitud ater
iones. Miedo. Indecisión. Y luego..
entro de la casa, cerrando las pe
allí par
nta sombra del oso, irguiéndose sobre sus patas traseras, su rugido un trueno e

GOOGLE PLAY