ía
oy a
ua, dichas por teléfono a mi antigua profes
ue siendo el más brillante que he visto. El mun
e no había sentido en años encendiéndose en el hu
nte estudio. Desenrrollé mis viejos planos, la pasión que había sacrificado para ser la espos
la Sierra reconocía-, Dante me encontró allí, dibujando, mi mundo reduci
levantar la vista-. Ya no estaré disponi
zó su rostro. -Por supuesto -dijo, el apoyo en
regunté entonces si apoyaría un divorcio, pero su teléfono sonó. Desapareció en su estudio
e, me so
-Un gesto raro. Una ofrenda de
una adquisición de los Garza, mientras él iba a estaci
ñador elegantemente envuelta y un enorme ramo de rosas rosas. Una
o -murmuró, sus o
restaurante, una visión en rojo. Se acercó contoneándose
mí, su sonrisa pura sacarina-. Debes ser
Dante tomó la caja de regalo de
más suave de lo que nunca la había escuchado. Luego, arranc
las rosas. -¡Oh, Dante! ¡Te acordaste! ¡Esta flo
en mi pecho no solo murió. Fue rocia
, la noche entera...
era la m

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