vista d
pareció ralentizarse, el sonido se desvaneció en un zumbido
Solo asintió secament
ras me agarraba la barbilla, su agarre como un tornillo de banco. Inte
i
de mis ojos. Sentí cómo mi mandíbula se movía, se dislocaba. Un grito desgarró mi garganta pero quedó atrapado, incapaz de
u brazo todavía alrededor de Kiara, sacándola de la habitación
nía constante y punzante. No podía hablar. No podía comer. Solo podía sorber agua a tr
n a sentarme en la sala de estar mientras veían películas, con la cabeza de ella en su regazo. Me obli
la humillación. Era un fantasma en su fest
ara, y Elías tenía planes. Hizo que un médico viniera a la casa para reacomodar mi mandíbula. El
ñana, su voz fría y cortante. "Será perfecta. Si ella está algo menos q
ng y a los floristas, mis movimientos robóticos. El jardín se transformó en un país de l
un brazalete de diamantes que costaba más que la casa de mi infancia. La abrazó mientras cortaban un
Estaba demasiado cansado para romperse más. Los observé, y recordé mi propio cumpleaños número veintiuno. Elías y Corina me habí
ré a la oscuridad. Qué p
ndo del es
liciosa jugando en sus labios. "No veo ningún regalo", dijo, sus ojos esca
ada. "No pr
edor de mi cuello. Era un simple relicario, lo último que mi madre me dio antes de morir. "Me
o protectoramente. "No", dije, mi voz temblando
or tembló y sus ojos se llenaron de lágrimas al i
ó. Estuvo a su lado en un instante, su ceño frun
. "Solo le dije a Jimena que me gustaba su co
volvió hacia mí, y e
bes lo que es esto. Era de mi madre". Él había estado conmigo cuando me lo
a en el aire entre nosotros. Por favo
íbula apretada. "Quítenselo",
es me agarraban los brazos, sus agarres como hierro. Uno de ellos alcan
ena se
lo miró. Simplemente se giró y, con una tierna s
mó su mano y la llevó de regreso al centro de la f
tima pieza de e
n el rincón más oscuro del jardín. Un grupo de amiga
ita infeliz", se b
etir con Kiara? Eres so
es, luego en patadas. Me acurruqué en el suelo, si
avés de mí, y jadeé, un sabor caliente y metálico llenando mi boc
ocedieron, su crueldad borr
ios está pa
staba de pie en el borde del círculo d

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