ista de Al
aba sentada en el borde de nuestra cama king-size, la misma cama donde Julián se había dado la vuelta y había caído en un sueño borracho
tado. Era una criatura de hábitos. No importaba cuánto bebiera, siempre
de mármol. Estaba fingiendo. Fingiendo que lo de anoche nunca sucedió. Era su movimiento característico:
a allí, ya vestido con su traje a medida, luciendo como e
vía un poco áspera por el sueño. Se
é de un
ó, pero se recup
abas cansada, todos bebimos dem
che, y su atención se centró en él al instante. Su rostro se iluminó c
era el teléfono. Siemp
, mi dolor, su disculpa displicente, y luego un rápido regreso al status quo, d
resonó en la p
. Se movió hacia la puerta sin siquiera mirarme-. Nos
eléfono hacía una semana. Un fin de semana de escapada "sin par
la mesita de noche, olvidado en su prisa. Mi corazón martilleaba contra mis costillas. Nunca había revisado su t
ta habí
Su contraseña era nuestro aniversario. La
en el que yo estaba, el desinfectado con charlas educadas y
, enviado hacía solo un
sperando! No puedo esperar para tener a mi niño p
dolor físico, agudo y visceral, me atra
acia arriba, a través de semanas, meses, años d
'celebración' de aniversario? ¿
que una historia de fogata de hace una d
e, una foto de una
regaló por mi cumpleaños! ¿Quién nece
ián fue una cadena
rte. Analizaban mi personalidad, etiquetándome como "fría", "aburrida" y "aguafiestas". Discut
l. Esto no era solo una aventura emocional. Esto era una conspiración. Una campaña larga y calculada de fal
o un chat grupal separado y "limpio" hacía meses, agregándome con un gr
traña que toleraban, el blanco de una
lor. Mantuve presionados los botones de encendido y volumen, tomando capturas de pantalla. Envié cada me
entrar, agarra
que no te sentías bien y que te quedabas en
áscara de neutralidad cu
o, creo
ió el
r qué? Odi
-dije, mi voz uniforme-. Es propiedad de Kenji.
ba a su propia novia, Carolina, y que nunca había cruzado una lí
aba a Kenji, odiaba la intimidad
Es un viaje 'sin parejas'. Hará
e casi me reí-. ¿Crees que mi presencia es
un paso hacia mí, su pacie
cumpleaño
sión amanecer, seguida de un parpadeo de molestia, cruzar su rostro. Lo había olvidado. P
ecciones, todas conduciendo a este único momento. Podía quedarse, discu
impaciente resonó d
eció, su dec
dijo con desdén, dándose la vuelta
a moviendo hacia ella. Intentó bloqu
quédat
la puerta. Un dolor agudo y punzante me recorrió los nudi
, con las gafas de sol en la cabeza, golpeando el suelo con el pie con imp
es y le dio un puñetazo jug
ueda. -Me miró por encima de él, sus ojos llenos de un
su brazo rodeando la cintura de Jade, atrayén
endo la mano para pe
reocupes, yo te cuidaré
n el umbral, con la mano palpitante, el corazón destrozado en un millón de pedazos irreparables. E
che desapareció por el
ntrar en la casa silenciosa
ndió al pri
ionar la tormenta que se desataba den
una p
¿Está
ndolo-. Necesito verlo por mí mism
lencio, y luego su voz,
aré esp
s de respeto mutuo y apoyo inquebrantable. No necesitaba palabras floridas ni grandes
plosión final, fea y espectacular con mis propios ojos. Necesitaba presenciar la
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