amaba, Adrián de la Torre. Lo hizo para que su amor de la infa
nado. Descubrí que durante tres años, el hombre en mi cama no era Adrián.
ron a una mesa de operaciones para arrancarme la piel a la fuerza y d
ncerraran en una prisión
todo sacrificado por la ambición de
ntacto y huí a una zona de guerra
ítu
i carrera fue filtrado
imple y bru
dregal, compitiendo por el único y codiciado puesto de Jefa de Residente
bre una mesa. Fue estúpido, imprudente, pero inofensivo. Excepto que el video, filtrado a la junta directiva de
ta convocó una reunión de emergencia. Mi can
solo le había enviado a Adrián de la Torre. Fotos que me había sonsacado, sus
fue absoluto. La certeza de que
latiendo con un ritmo enfermo y frenético. Ib
rente a su puert
otra, cas
e una diversión perezosa y cruel-. Parecía que s
e Adrián, cortante e impaciente-. Sofía co
Su hermano gemelo idéntico. El artista salvaje y buscador de emociones. El hombre que ahora me daba
me congeló
gestivo que me revolvió el estómago-, que es increíble. La forma en que gim
ecífica de sus palabras cuando intentaba ser se
nto de Sofía sea oficial -dijo Adrián, su tono final-.
talló desde el interior del depa
alguien-. ¡Has estado colgado
entes, ¿no? -intervino otra voz-. Pobre Eva. Nunca
ada caricia tierna... todo era una mentira. Una actuación calculada y cruel. Mi amor,
té. No
tras me desplomaba en la banca de un parque, jadeando por aire, mi teléfono sonó. Era mi pa
un latigazo a tr
amilia. El video, las fo
á, y
traslado. Una misión médica. En el extranjero. Te v
pudiando. De
razón como un peso mu
se mismo instante, un voto sellado en
, jamás,