na

ue pude y traté de ahogar la agonía de mi alma con tequila barato. El

ropecé hacia el baño, mi cuerpo convulsionándose ha

naba violentamente. Mis piernas cedieron y me lancé hacia

a ll

rzo. Miré hacia arriba, mi visión borrosa, y me encontré con el par de ojos más intenso

impregnado de una autoridad qu

está m

lio. El hombre que se supon

el olor de una tormenta de nieve que se avecinaba y la fragancia nítida y limpia de los pinos en un bosque helado. Mi loba in

rario se apoderó de mí. Enlacé mis brazos alrededor de su g

las palabras, mis labios rozando su or

. Sentí un temblor recorrer el poderoso cuerpo presionado contra el mío. Una

Mí

a de ofrecerme al hombre lobo más poderoso del continente, y me est

z profunda romp

acue

esara nada. En el momento en que estuvimos dentro de su coche, su control se hizo añicos.

mi cuerpo. El Toque Eléctrico. La atracción entre nosotros era una fuerza física, una marea irresistible que nos arra

Rey Alfa, un hombre que