RA
Alfa en contra de mi voluntad. Mi mano comenzó a levant
roblema, Alfa
ía, un hombre al que había sobornado esa misma mañana, se inter
una empleada temporal. Tiene una gripe terrible pero insistió en
ón, pensé que insistiría. Su concentración era un peso físico, y la Orden comenzó a apoderarse de mí de nuev
ó brus
vuelva a
vitación. Huí de la galería, con los pulmones ardiendo mientras co
a aplicación de mensajería segura y encriptada. Le envié todo lo que había en
después. No fue un mensaj
rugido bajo de pura furia-. Le v
ndo atrás un propósito frío y claro-. No quiero venganza, Brenda. No quiero una pelea. Sol
o al otro lado de la
ás se
o más segura de
dido de una Gamma, una comandante militar-. Entonces
volvió a llamar. S
gistros de la botica de la manada. Gael ha estado haciendo
bo durante una transformación difícil. En grandes dosis, suprimía a nuestro lobo
rré, aunque ya sa
cansada para ir a una cena de la manada. Los dolores de cabeza que te hacían dormir todo el día. Te han e
madre siempre insistía en que bebiera para mi "ans
primera Transformación. Se supone que es dolorosa. Me van a drogar. Van
ban a ignorarme en mi día más importante. Iban a en
i corazón solidificándose en un plan duro como un
una declaración basada en la antigua ley de la manada. Era un documento oficial y legalmente vinculante que establecía mi renuncia voluntaria a mi
un remoto pueblo costero en otro continente, un lugar sin manadas de hombres lob
ad para el parque de diversiones. Mientras hablaba, una ola de emoción vertiginosa rozó los bordes deshilachados de mi lazo de pareja: la alegría pura e ina
tac silencioso y constante de un reloj, cont