ipal, lo encontró impecable y vacío.
justo al cruzar un umbral a su derecha, escuchó la voz
ca? ¿Será que realmente espera un hijo de Leland? Leland lleva años muerto
culativo, se unió a la conversación. "Señor, ¿
sangre. "¡Si es por eso, esa muchacha no durará aquí! A Greyson no le faltan mujeres hermosas. Además, su compromisonso se apoderó
go, como si el suelo se
¿Greyson estab
ntervenga sin un motivo ocu
. ¿Deberíamos darles algo de dinero a esas dos mujeres en Villa Esmeral
n cent
dido,
.
n continuó a p
sostenía en la mano por la
, decidió
básicos, ¿qué esperanza tenía de que movieran
lema no era la existencia del hijo de Leland
, los lazos de sangre a menudo n
ncontrar ot
mente abrumada por la montaña de
pasillo, chocó de frente
conocía demasiado bien la transportaron al instante a los
su habitual expresión severa. Sin embargo, lo envolvía un aur
Melanie se tensó. Retrocedió un paso, con la cabeza gach
ado, ignorándola por completo, co
hizo que el silencio entre am
s se perdiera en el pasillo para atreverse
nítida y fría: definida, intocable,
él nunca estaría destinad
habría entrado en su habitación ni se
podía tratarse de una alianza calculada, una unión sin afecto, un simple matrimonio
de Greyson, lo que había ocurrido entre ello
fuerza el la
ción de su teléfono la s
desbloquearlo. Las palabras en la pantalla le dieron
sta no
o el número estaba grabado en su m
ante su desesperado encuentro en el estacionamient
terminado. ¿Para qué l
etud que le oprimía el pecho
puerta, con evidente pr
e dijo
e su madre, Melanie decidió a
odo, así que debemos ser pacientes. No
en un rato a comprar algunas provisiones. Si estás cansada, descansa un poco.
quedó dormida poco después, no sin
uchó un largo rato contra la ansiedad antes de final
o era imp
ría significar que tanto ella como
uerta, sino que la propia Vivian no se detendría ante na
ia Blake las había puesto
tura similar a la de Villa Esmer
reconoció con un silencioso asentimiento
a espera arriba,
rvioso recorr
ba los ecos de lo que hab
l dolor sordo que aún sentía, prov
a se cerró con un clic,
ra fresco y penetrante, pero Melanie temblaba
cada escalón con pies de plomo hasta llegar a la puerta que pensó que no volverí