uri
poco a poco a la conciencia Una negrura densa
rradas con fuerza detrás de su espalda. S
l silencio, cargada de una decepci
e hacerlo tan difícil? Te advertí
Aust
eco que resonaba en ese espacio reducido. "Pero lo
silencioso atrapándose en su garganta. La soga á
te de Austen, "vamos a proced
vigilaba desde algún lugar, escuc
l ponerse en marcha. Dos frías pinzas metálicas sujetaron con fuerza
oyce", anunció la voz de Austen,
bajo el resplandor intenso. Comenzó a girar cada vez con mayor v
irecto a su
o su boca. Haría cualquier cosa con tal de no gritar. El dolor fue indescriptible,
ía una habitación hospitalaria. No en un hospital públic
a antiséptico con un
edantes escuchó voces tras la p
ialista. "Pero solo disponemos de una dosis este mes. La seño
de Alana se
ea una herida menor, surgió de la agresión de Alana. Que
aprendizaje. Todavía creía en Joyce. Sus promesas de confianza en
luntario escapó
se abrió
stro reflejaba una expresión d
aliviado mientras extendía la m
e apartó de
frunciendo el ceño. "¿Todav
que estás herida, pero no puedes seguir lastimando a Joyce.
a absurda incoherencia de sus
voz quebrada. "Te preocupas por
su rostro. Bajó la mirada, i
ondió en voz baja. "T
ngre. Sacó un pequeño cuchillo, d
corte profundo y limpio. La sangre brotó de inm
un dolor trastornado. "Yo también sufro, Alana.
aba el límite, cuando veía que la luz en los ojos de su esposa se extinguía. Era su forma de manipular, de mo
llorado, vendado sus heridas y ac
una actuación. Un mecanismo de control diseñado pa
ente, con voz apagada y sin
nque asintió con resignación. "Está bie
ar las súplicas de las enfermeras. Permaneció dos días vigilándola, a
idas con una delicadeza tan contra
s cambiaba la bolsa de suero. "El señor Ball
de reír. Si ellas
ido tenue de llanto l
justo afuera, ha
imas falsas. "Sé que ella es tu espo
o. Se incorporó con dificult
s de la rendij
egado que parecía adora
era "dormida", y entonces inc
n beso profundo y apasionado, ca
imo pedazo de su corazó
u única mano útil, lentamente y con esfuerzo, comenzó a retir
rno que nunca existió, y lo dejó caer en elun tintineo bre
mirada se posó en la ausencia del anillo e
o v