idio; cada vez, mi cuñado, Dustin
dieron por muerto en un accidente aéreo. Las palabras grabadas en la parte de atrás decían: "H y E, pa
a habitación del hospital y escuché voces en la sala de espera. Era Kylee, la prometida
a, y vi que "Dustin" so
usurró Kylee. "¿Y si se da cu
ferencia. "Su dolor es tan profund
era mi marido. Mi esposo estaba vivo, y me había visto sufrir, dejando
entonces, tuve una nueva manera de pensar fría y audaz en medio de mi
lo 1 E
pastillas para dormir; la segunda, me corté las venas. Cada
azotaba el cabello en la cara. Sería una caída larga. Pero justo cuando estaba a p
n la voz áspera por el can
bitación de un hospital, en la que po
macrado y cansado. Kylee Armstrong, su prometida em
él, con voz grave y llena de un profundo cansa
silencio. Tenía un nudo en la
estamos de luto, pero también tienes que pensar en nosotros. Du
ras no eran más que ruido, desvanecié
luego la dejó caer. Suspiró en señal de complet
de la mano. La puerta se cerró con un clic, dejándome sola y en el silencio. Fue entonce
fuera había un gran roble que llegaba casi hast
echo un picnic. Él me había pelado cuidadosamente una naranja, asegurá
tos de gardenias, mi flor favorita, solo porque y
mejillas. ¿Cómo podía una vida tan llena de a
rmenta repentina. Solo encontraron un sobreviviente: Dustin, su hermano menor. Mi esposo, Evert
ito. Por esa razón había intentado seg
; tenía que salir de esta
ama, mi pie golpeó algo contra el suelo: era una
er eso, sentí que se me paró el corazón. Conocía ese reloj. Era un Patek Philippe que había encargado para el cumpleaños número trel reverso, el grabado personalizado e
emblar. ¿Por qué Dustin tenía el rel
Tenía que saberlo y
osas. En el pasillo, escuché voces procedentes de una sala
entar. Es tan frágil". Era la voz de Kylee,
respondió la voz de un hombre;
sangre. Me quedé completamente i
Dustin" estaba parado de espaldas a
, con la cabeza apoyada en su pecho. "¿Y
iado profundo, solo ve lo que quiere ver. Además, esto es lo qu
rucándose más cerca de él. "No puedo pe
, tapándome la boca con la mano para ahogar un sollozo. El hombre que me había salvado del su
l dolor, creyéndome una muñeca frágil que podía man
agonizantemente. Todo mi mundo había sido
noche. Lo miré fijamente y mis lágrimas se detuvieron por
e sientes bien? Esc
hablar, solo escucha
autela. "Pero tal vez... quizás sea hora de
silencio, con la mente
de lo que estaba diciendo. "Lleva meses preguntando por ti. Es un hombre tan buen
de aquí, de
frío y audaz en medio de mi
la voz sorprend
cari
aniel que
or un momento. "¿En serio
empezar de nuevo, pero él debe encargarse de todo
untándome, y miré el reloj que tenía en la mano, cuya in
amarga. Ese "para siem
retando los dedos alrededor del reloj. 'De acue