piernas estaban débiles, temblando incontrolablemente. Todaví
el pasillo. Los dos camilleros que me habían me
ces l
risa de suficiencia y satisfacción en su rostro. Estaba f
ando desprecio-. ¿Teniendo un pequeño ataque
nas enfermeras y personal del hospital se habían detenid
Mi miedo estaba siendo rápidamente r
? ¿Pedirle a los médicos que fueran minuciosos? Damián so
rofobia. Ella y Damián lo habían
nciar una agresión. Me retuvieron en esa máquina cont
ó por un segundo. Un destel
ra pudiera responder, una vo
será n
todo el aire del espacio. Despidió a los curiosos con
rocedimiento médico de rutina, Amelia. Tu conmoción
terror como histeria femenina. La pur
de Krystal. Eran un equipo. Una aso
la mujer que lo había ama
voz baja y temblando de fur
cambió. Simplemente levant
urro para que solo yo pudiera oír. -No me presiones
le espeté, las palabras escapand
lgo verdaderamente peligroso en ellos. Pero se fue tan rápid
de mi hijo. Tu lugar está conmigo
ón de guerra-. No seré tu prisioner
escalofriante que no llegó
haqueta y sacó una pequeña bolsa de terciopel
mi madre murió, lo había trasladado a un mausoleo privado que Damián había
... limpieza -dijo Damián, su voz casual-. Pensé
ba de mi padre. Estaba usando la memoria de
, las palabras aho
talló. Me abalancé sobre él, mis manos hechas puños, golpeando su
dolor corriendo por mi rostro-. ¡Ojalá
inmutó. Simplemente me observó, su expresión de fría obser
nó, sus labios
asarás el resto de tu
u fuerza abrumadora. -Eres mía, Amelia. Tu c
uridad. -Llévenla a casa. No debe s
impersonales. Me estaban sacando a la fuerza d
Todavía estaba allí, observándome, la bolsa de ter
tal, un reconocimiento silenci
y vacía mansión que él llamaba nu
ión. Y él er